El Gobierno ha puesto finalmente negro sobre blanco las razones con las que argumenta su rechazo al entierro de Francisco Franco en la catedral de la Almudena, como pretende la familia del dictador. La fórmula elegida, que ya avanzó EL PERIÓDICO, pasa por alegar motivos de seguridad, y ahora la recoge un informe de 12 páginas de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid.

El documento, que adelantó 'El País' y cuyo contenido han confirmado fuentes de la Moncloa a este diario, señala que, una vez exhumados los restos de Franco del Valle de los Caídos, no deberían llevarse al templo madrileño por razones de orden público, riesgo de amenazas terroristas, colapso o enfrentamiento dentro de la cripta. Colaboradores del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya señalaron que el dispositivo para garantizar que el dictador no sería exaltado ni profanado sería de tal envergadura que los familiares de otros fallecidos que están en el mismo recinto verían cercenado su derecho de visitar las tumbas con normalidad.

El informe de la Delegación del Gobierno apunta que las visitas a la tumba de Franco, cifradas en más de 366.000 en el 2018, según Patrimonio Nacional, aumentarían en el caso de trasladarse los restos a la Almudena, en el centro de Madrid, por ser un lugar más accesible que el Valle de los Caídos. Y recuerda que nos encontramos en el nivel 4 de alerta terrorista, por lo que debe prestarse especial atención a los lugares en los que pueda concentrarse un elevado número de personas y ser, pues, objetivo de un atentado.

La inhumación en la catedral podría disparar, sostiene el informe, el riesgo de conflictos violentos a raíz de enfrentamientos entre partidarios y detractores de la figura del dictador que podrían alterar la paz social y el orden público. Incluso alude a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que avaló la decisión de prohibir 'estelades' en la final de la Copa del Rey del 2016 por peligro de que se desataran altercados violentos. El riesgo de enfrentamientos en el caso de que los restos de Franco descansaran en la Almudena sería, según el informe, evidente.

LIBERTAD RELIGIOSA

Además, concluye que el hecho de que el templo tuviera que cerrarse en diferentes ocasiones para garantizar la seguridad, vulneraría la libertad religiosa de las personas que quisieran acudir al mismo por sus creencias, así como el de quienes viven o trabajan en la zona, que se verían afectados por las aglomeraciones.

El documento desaconseja, pues, la inhumación en la cripta de la Almudena propiedad de los Franco y recomienda buscar otro lugar.

La Moncloa, que primero apuntó a julio como el mes en que Franco saldría del Valle de los Caídos, espera ahora poder aprobar el traslado en enero. No podrá ejecutar el acuerdo, no obstante, sin dar la oportunidad antes a la familia de impugnarlo ante el Tribunal Supremo.