Recaudación récord. El Gobierno prevé ingresar este año 227.356 millones de euros, una cota sin precedentes gracias a la subida impositiva a grandes empresas y rentas más altas recogida en los Presupuestos del 2019. Con estas estimaciones, el Ejecutivo de Pedro Sánchez espera financiar unas políticas de gasto que suben en todos los capítulos, salvo el relativo a los intereses de la deuda pública.

El aumento del 9,5% de los ingresos impositivos permite mantener el techo de gasto de 125.064 millones informado a las Cortes en julio, a pesar de que las cuentas se han elaborado con el objetivo de déficit vigente (1,3% del producto interior bruto -PIB- para el conjunto de las Administraciones), más exigente que el propuesto por el Ejecutivo socialista (1,8%).

El presupuesto consolidado -que además del Estado, incluye Seguridad Social y organismos autónomos- se eleva a 365.520 millones, el 3,1 % más que en 2018, de los que la mayor parte se corresponde con el gasto en pensiones, que crece un 6,2 %, hasta 153.864 millones.

SUBIDA DE LAS PENSIONES

Esta partida incluye la subida de las pensiones (1,6% general y 3% para las mínimas y no contributivas) ya aprobada por decreto ley para que estuviera vigente desde el 1 de enero, y supone que 42,1 euros de cada cien del presupuesto se destinan al abono de estas prestaciones.

La segunda partida de gasto más abultada es la destinada a pagar los intereses de la deuda pública, a lo que se dedican 8,6 euros de cada cien, y que supone un total de 31.398 millones, el 0,5 % menos que un año antes. En tercer lugar se sitúa el gasto en desempleo, que sube un 4 %, hasta 18.402 millones, con lo que se dedican 5 de cada cien euros del presupuesto a una partida que ha tendido a disminuir en ejercicios anteriores como consecuencia de la reducción del paro, pero que este año sube por la recuperación del subsidio para mayores de 52 años, entre otras cosas.

ALZA DEL IRPF

Las políticas de gasto se financiarán en buena medida con una recaudación tributaria que aspira a ser la mayor de la historia gracias al ciclo económico y la subida de impuestos como el IRPF, por el que se ingresarán 86.454 millones, el 4,9% más, si bien el impuesto de sociedades será el que registre el mayor incremento relativo, del 14,1 %, hasta 27.579 millones.

El IRPF subirá dos puntos para rentas a partir de 130.000 euros y cuatro puntos a partir de 300.000 euros, en tanto que en el impuesto de sociedades se fija un tipo mínimo del 15% de la base imponible para grandes empresas.

Por el contrario, se rebaja el tipo en sociedades del 25% al 23% para las empresas que facturan menos de un millón de euros y se reduce al 10% el IVA de los servicios veterinarios y al 4 % el de los productos de higiene femenina y el de las descargas y suscripciones de libros, periódicos y revistas.

Pese a estas rebajas, el aumento del consumo propiciará un incremento del 11,7% de la recaudación procedente del impuesto sobre el valor añadido (IVA), hasta 78.307 millones. El impuesto especial sobre el gasóleo aumenta en 3,8 céntimos por litro y un 30% de lo recaudado se dedicará en el 2020 a impulsar la renovación del parque automovilístico y a ayudar a las empresas en su transición ecológica.

En las previsiones de ingresos también se contemplan 1.200 millones del nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales y 850 millones del que grava las transacciones financieras, si bien ambas figuras todavía están pendientes de tramitación como proyectos de Ley.

OBJETIVO "DIFÍCIL"

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ven "difícil" que se pueda alcanzar la recaudación tributaria anunciada en el proyecto. No obstante, los técnicos creen que las medidas impositivas previstas mejoran la progresividad del sistema tributario y recuerdan que España adolece de un diferencial negativo con la presión fiscal ponderada europea de entre 50.000 y 60.000 millones anuales menos.

En concreto, España perdió una recaudación de 66.480 millones por su menor presión fiscal, a lo que se añade que presenta un déficit superior a los 77.000 millones en el gasto público de las políticas del Estado del bienestar con la media ponderada de la UE.

El sindicato sostiene que la previsión de recaudación de algunas medidas tributarias podría estar "sobrevalorada", al margen de que la actual dinámica parlamentaria podría impedir o demorar la aprobación de las leyes de los nuevos tributos, dejando sin efecto su impacto recaudatorio en 2019.