El Gobierno está dispuesto a reclamar a Francisco Paesa, vinculado a algunos de los grandes escándalos que sacudieron a España en los años 80 y 90, si aún hay cargos "vivos" contra él. Así lo anunció ayer el ministro de Justicia, Fernando López Aguilar, tras revelar El Mundo que el esquivo exdiplomático no falleció en 1998, según recogió en su día una esquela pagada por su familia, sino que vive con identidad falsa en Luxemburgo.

Paesa fue relacionado con los GAL por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, pero resultó exculpado. En 1995, entregó al prófugo Luis Roldán al entonces ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch. Tres años después, el juzgado 17 de Madrid acusó al exdiplomático de encubrimiento por ayudar al exdirector de la Guardia Civil a ocultar 11 millones de euros, operación por la que también lo reclamó la justicia suiza. El abril pasado, el juzgado español archivó la causa por prescripción del delito. La justicia suiza no ve motivo para cerrar el caso.

MISAS GREGORIANAS Tras entregar a Roldán --y, según diversas informaciones, quedarse con su dinero--, Paesa simuló su muerte e incineración en Bangkok (Tailandia) en julio de 1998. Su hermana hizo insertar en un diario madrileño una esquela en la que anunciaba durante todo el mes la celebración de misas gregorianas por su alma en el monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña. Pocos creyeron que su muerte fuera cierta.

Seis años y cuatro meses después, El Mundo lo ha localizado gracias a la colaboración de la agencia de detectives catalana Método 3, que estuvo en el ojo del huracán en 1995, cuando la policía detuvo a sus dos propietarios y a tres detectives empleados bajo la acusación de pinchar teléfonos de políticos y empresarios. El juez archivó el caso al no hallar irregularidades.

HILO CONDUCTOR El hilo que llevó hasta Paesa fue una investigación de Método 3, a quien un cliente encargó indagar una estafa de 20 millones de euros cometido por una española de nombre Beatriz García. La muchacha resultó ser hija de la hermana de Paesa, la persona que, tras la fuga de Roldán, transfirió 1.800 millones de pesetas (unos 11 millones de euros) del Aresbank de Madrid al de Singapur, y de éste a otros bancos para eliminar rastros.

Beatriz García, que vivía en París, reside ahora en Luxemburgo, donde, según la información periodística, tiene montadas con su tío dos sociedades --Luxembourg Balloon Company First Target--, por medio de las cuales realizan operaciones financieras. Entre ellas, la estafa que condujo a su descubrimiento.

LAS CAUSAS Lo que está por ver ahora es qué causas continúan pendientes contra Paesa. El juez federal suizo Paul Perraudin indicó a EL PERIODICO que "no hay razón" para que Interpol haya anulado la petición de captura contra Paesa emitida el 26 de marzo de 1998 en Ginebra por blanqueo de dinero, en relación con los 11 millones de euros que ayudó a ocultar a Roldán, informa Juan Gasparini.

Fuentes jurídicas señalaron que la orden suiza se anuló en abril del 2001 y que la otra requisitoria sobre el mismo caso, dictada por el juzgado 17 de Madrid, fue retirada el 16 de abril tras archivarse la causa.