El Ejecutivo ha vuelto a insistir este viernes, tras el Consejo de Ministros, que está abierto a hacer cambios en su polémica y muy restrictiva reforma del aborto, después de que muchos barones y otros cargos del PP hayan criticado la modificación legal. “El Gobierno analizará las opiniones de los órganos consultivos y de los grupos parlamentarios”, ha dicho la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dos días después del Comité Ejecutivo del PP, uno de los más intensos en cuanto a debate interno que se recuerdan.

El anteproyecto de ley, que aleja a España del contexto europeo al facultar a interrumpir el embarazo en solo dos supuestos (violación y riesgo para la salud física o mental de la madre), se encuentra ahora pendiente de los informes de diversos órganos a los que el Gobierno ha pedido su opinión: el Consejo de Estado, la Federación de Colegios Médicos, la Federación de Colegios de Enfermería y la Agencia de Protección de Datos. Después, tras un nuevo paso por el Consejo de Ministros, se convertirá en proyecto e iniciará su tramitación parlamentaria.

La indefinición

Santamaría no ha aclarado qué cambios podría haber en la reforma (para aceptar el supuesto de malformación del feto, por ejemplo), ni si estos se llevarían a cabo tras los informes técnicos o durante el paso del proyecto por el Parlamento. “No voy a aventurar ningún cambio”, ha dicho.

Mientras tanto, la preocupación del PP por las consecuencias de la reforma continúa. Durante el Comité Ejecutivo, el presidente del Gobierno y líder de los conservadores, Mariano Rajoy, exigió a sus barones que no criticaran en público el proyecto del aborto, cosa que un día después incumplieron varios de ellos. Para evitar que la controversia interna continúe creciendo, Rajoy ha convocado al comité de dirección del PP a una reunión que se prevé que comience esta misma tarde y se prolongue al menos hasta el sábado en Toledo.