Mientras la cúpula del PP endurece sus condiciones para apoyar las reformas de la Constitución y de algunos estatutos, el Gobierno negocia con todas las autonomías, incluidas las de signo conservador, para atraerlas al debate territorial. El Ejecutivo ha ofrecido su apoyo a las comunidades gobernadas por el PP para que, pese a los recelos de su partido, se sumen al proceso de reformas territoriales abierto, según han informado fuentes del Ministerio de Administraciones Públicas.

Tan pronto como tomó posesión del cargo, el titular de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, recibió un encargo del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero: entrevistarse con los máximos responsables de todas las autonomías para preparar sus posteriores visitas a la Moncloa.

Sevilla animó a todas las comunidades a decidir si creen necesario reformar sus respectivos estatutos en esta legislatura, siempre que haya consenso y que no se desborde el marco constitucional. Ante sus insistentes demandas, el ministro aseguró a sus interlocutores que, si al fin se aplaza la nueva financiación autonómica, el Ejecutivo buscará soluciones para el déficit sanitario.

Fuentes gubernamentales aseguran que, en sus reuniones con los presidentes autonómicos y con los líderes políticos, también Zapatero apreció un notable consenso en torno a la necesidad de retocar la Constitución, revisar algunos estatutos y mejorar la financiación, aunque sólo sea parcialmente, para inyectar más recursos en la sanidad.

LAS ASPIRACIONES Varios barones del PP han apostado por modificar sus estatutos --el valenciano Francisco Camps y el balear Jaume Matas, entre otros--, y todos juzgan urgente mejorar el sistema de financiación.

Siguiendo el ejemplo del Gobierno de José María Aznar, que negoció el actual modelo de financiación con las autonomías socialistas al margen de la cúpula del PSOE, el Ejecutivo de Zapatero se ha propuesto abrir una brecha entre la dirección del PP y sus líderes territoriales.

Necesitados de más recursos, y algunos de ellos también deseosos de obtener más competencias, los barones del PP compaginan la obediencia debida al equipo de Mariano Rajoy --tras algunos titubeos ha decidido radicalizar su oposición a las reformas territoriales-- con un discreto diálogo con el Gobierno socialista.

LA CONFERENCIA A instancias del ministro Sevilla, todas las autonomías, incluidas las del PP, acudirán mañana al encuentro convocado en el Ministerio de Administraciones Públicas. Allí Sevilla pactará con las 17 comunidades el formato, escenario y agenda de la primera Conferencia de Presidentes, que en noviembre reunirá a Zapatero con los mandatarios autonómicos.

Con esta cumbre, Zapatero quiere demostrar que, pese a las suspicacias de la dirección del PP, las reformas de la Constitución y de algunos estatutos cuentan con el suficiente consenso para echar a andar.