El tripartito catalán recibió ayer del Gobierno tantas calabazas como demandas le ha planteado en las últimas fechas. La vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega rechazó negociar los presupuestos del 2005 mano a mano con la Generalitat, como ésta había pedido, e igualmente descartó que las cuentas del Estado incorporen la mejora de la financiación sanitaria que exige el Govern. Tampoco la reivindicación de un tramo adicional del IVA para la Generalitat obtuvo una respuesta positiva.

"El Gobierno va a seguir hablando con todo el mundo, pero los presupuestos se negocian en el Parlamento. Esas son las reglas del juego." Con esta rotundidad se pronunció ayer la número dos del Ejecutivo al ser preguntada, tras la reunión del Consejo de Ministros, por la pretensión de la Generalitat de sumarse a la negociación presupuestaria.

De la Vega recordó que el PSOE ha celebrado sendos encuentros con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya (IU-ICV), grupos que ya han expresado su voluntad de apoyar el proyecto presupuestario. A partir de aquí, expuso la vicepresidenta, el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a "hablar" con todas las autonomías que lo deseen, "como es lógico en un Estado compuesto", pero no a abrir una negociación formal.

En cuanto a las demandas financieras planteadas por el tripartito catalán --que PSC, ERC e Iniciativa defenderán en el Congreso--, las palabras de la vicepresidenta no fueron mucho más halagüeñas. Descartó De la Vega que el anteproyecto de los presupuestos del 2005 pueda incluir una solución económica para el déficit del sistema sanitario.

"Siendo realistas, el problema de fondo es de financiación autonómica", reconoció.