La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega avisó ayer de que el Gobierno no se dejará condicionar a la hora de abordar las reformas estatutarias y de la Constitución, a pesar de no contar con mayoría absoluta. Respondió así al líder del PP, Mariano Rajoy, que la víspera acusó a los socialistas de estar condicionados por Esquerra Republicana de Cataluña debido al pacto de gobierno de Pasqual Maragall.

EN EL MISMO FORO Rajoy, el viernes, y Fernández de la Vega, ayer, desfilaron por las jornadas que el Círculo de Economía ha celebrado en Sitges (Barcelona). Ante el mismo público, formado por empresarios, el secretario general del PP manifestó su disposición a hablar de las reformas estatutarias y de la Constitución, pero emplazó al Gobierno socialista a situar un tope para que éstas no caigan en "frivolidades". Rajoy rescató el argumento de que el acuerdo de Maragall con ERC en el tripartito catalán condicionará a José Luis Rodríguez Zapatero.

La vicepresidenta no olvidó darle ayer la réplica ante el mismo auditorio: "No somos rehenes ni prisioneros de nadie". En otro momento, insistió: "Somos radicalmente autónomos en nuestros planteamientos". Y concluyó que el Partido Popular "trata de sembrar inquietudes innecesarias en temas territoriales".

En cuanto a posibles topes a los cambios, Fernández de la Vega recordó que la reforma de la Constitución que pretende abordar el Gobierno es "concreta y limitada". También dejó clara la intención de buscar "el máximo consenso político y social" al respecto. Asimismo, consideró que los resultados del PSOE en las últimas elecciones europeas del 13-J permiten al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero encarar este reto "con relativa tranquilidad" a lo largo de la presente legislatura.

PROYECTO DEL LENDAKARI Además de contestar a Rajoy, la vicepresidenta también replicó a Pasqual Maragall sobre el plan Ibarretxe. El presidente catalán y el lendakari mantuvieron un encuentro el viernes en Vitoria. Maragall dijo entonces que veía "muchas coincidencias" entre el futuro Estatuto catalán y el plan Ibarretxe, si bien matizó que "las formas, las vías escogidas" para aprobarlos, son "muy diferentes".

Fernández de la Vega dijo en Sitges que el plan Ibarretxe "no es asumible ni por el fondo ni por el procedimiento". Y, a modo de enmienda a las manifestaciones de Maragall, zanjó: "Esta es la opinión del Gobierno y del partido socialista".

MATICES Eso fue unas horas antes de almorzar con Maragall en el Palacio de la Generalitat. Al acabar, el president intentó quitar hierro a la discrepancia al insistir en que "la forma es lo que falla" en el plan Ibarretxe. "El Gobierno español sí puede asumir el deseo de más autogobierno que comparten Cataluña y el País Vasco", puntualizó.

El jefe del Ejecutivo catalán subrayó que ninguna de las partes tiene el deseo de "romper" con el Estado, "ni Euskadi ni Cataluña". "Estamos en un momento de gracia y espero que podamos lograr avances en todos los terrenos", agregó.