Las Fuerzas Armadas protegerán las "instalaciones sensibles" frente al riesgo de ataques terroristas y prestarán especial atención a las fronteras, los puertos, aguas territoriales y espacio aéreo. Así lo decidió ayer, seis días después de la masacre de Madrid, la Comisión Delegada para Situaciones de Crisis, después de llegar a un acuerdo con la dirección del PSOE, que apoyó la decisión.

El ministro del Interior en funciones, Angel Acebes, compareció ayer a mediodía para informar de que se había reforzado el plan antiterrorista que se había activado antes del 11-M ante "la permanencia del riesgo terrorista". El plan complementario decidido ayer es similar al adoptado por otros países de la Unión Europea (UE). Los ministros de Justicia e Interior de la UE coordinarán hoy en Bruselas las medidas de prevención antiterrorista.

Las medidas adicionales decididas ayer se irán aplicando paulatinamente en los próximos días y tratan de reforzar la seguridad y protección de los lugares de afluencia masiva de personas como estaciones ferroviarias, aeropuertos, puertos y espectáculos deportivos. También se protegerán los objetivos estratégicos en función del daño que pueden buscar los terroristas, dijo el ministro en conferencia de prensa.

PROTEGER SIN ALARMAR Representantes del PSOE insistieron mucho en que "no hay que alarmar a la población" sino ofrecerle "seguridad y prevención". Un portavoz señaló que en ningún caso se trata de "una alerta máxima". La instrucción que dio el secretario general del partido socialista y futuro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a su enlace con el Ministerio del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue que "el Gobierno camine en mejorar las medidas preventivas". El PSOE pondrá en marcha un plan de seguridad específico.

En términos operativos, las medidas acordadas ayer significan el establecimiento de "controles" para la protección de los usuarios de los transportes públicos, las infraestructuras, telecomunicaciones y energía. También se acometerán medidas de "reacción" complementadas con un plan de información e inteligencia.

TODAS LAS POLICIAS El plan de prevención de los ataques terroristas implica en primer lugar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es decir, Cuerpo Nacional de la Policía y Guardia Civil, pero también se cuenta con las policías autonómicas catalana y vasca, e incluso con los agentes locales. El operativo será coordinado por la Secretaría de Estado de Seguridad.

Sin embargo, ni los responsables de los Mossos d´Esquadra ni de la Ertzaintza habían recibido anoche instrucciones concretas sobre cuál ha de ser la participación de sus agentes en el nuevo plan antiterrorista. El malestar en las cúpulas policiales autonómicas es patente.

Diferentes fuentes consultadas evidenciaron ayer el "menosprecio" que están padeciendo por parte de los responsables de la investigación en Madrid. "¿Por qué les cuesta tanto trabajar en equipo? Cataluña alberga casi al 40% de la población árabe que reside en España, y aquí no ha llamado nadie solicitando información o ayuda", indicaron los mismos portavoces.

A pesar de que no existe diálogo con los responsables de la investigación en Madrid, el mismo jueves, apenas dos horas después del atentado, los responsables de los Mossos d´Esquadra ordenaron a todos sus agentes que extremaran las medidas de vigilancia alrededor de la comunidad árabe residente en Cataluña, con el objetivo de protegerla ante posibles reacciones xenófobas. La orden se cursó a pesar de que en ese momento el Gobierno insistía en la autoría de ETA.

POCOS EXPERTOS El ministro en funciones alegó ayer que, "ante la mayor amenaza a la democracia, la convivencia y la libertad que existe en este momento debemos adoptar nuevas medidas de prevención, investigación e información".

Estas palabras de Acebes no hicieron más que poner en evidencia la realidad que demostró la masacre del 11-M. La Comisaría General de Información apenas dispone de agentes especializados en el terrorismo islámico, ya que la prioridad siempre ha sido la lucha contra ETA.

Un alto cargo de este departamento expresó ayer su "gran preocupación" por esta carencia. "La gente está reciclándose por minutos. Sabemos mucho de ETA pero muy poco de terroristas árabes", argumentó la misma fuente. A pesar de que el ministro en funciones subrayara ayer la necesidad de protegerse ante nuevos atentados, el Gobierno ya había advertido a Europol del riesgo de ataques islámicos a España por su apoyo a la guerra contra Irak.

Como si fuera una trágica premonición, en el informe se aseguraba textualmente que, "probablemente, los atentados serían espectaculares, ciegos, acciones crueles, e indistintos, con la intención de causar el número más alto posible de víctimas". Y así fue.

Europol recoge estos temores en su informe anual correspondiente al 2003. El informe destaca que dado que la mayoría de países occidentales han reforzado sus medidas de seguridad para proteger potenciales objetivos particulares, los terroristas podrían volver a atacar objetivos "suaves", así como la utilización de métodos convencionales para reducir al mínimo posibles complicaciones prácticas en el momento de cometer el ataque.

El documento advierte de que la detención en España de dos ciudadanos marroquís implicados en el ataque suicida ocurrido en Casablanca revela la presencia creciente de elementos radicales musulmanes en mezquitas y centros del Corán, que usan locales clandestinos para desarrollar tareas principalmente logísticas y financieras relacionadas con el islamismo radical que procesa la Yihad.