La justicia marroquí ha emitido las primeras sentencias contra presuntos implicados en los atentados del 11-M. El viernes, el Tribunal de Apelación de Rabat condenó al marroquí Mustafa Chukri a 15 años de prisión por haber colaborado con la célula que perpetró la masacre de Madrid, por preparar más acciones de ese tipo en Marruecos y por tráfico de drogas.

El mismo tribunal estableció una pena de ocho años y una multa de 10.000 dirhams (925 euros) para Hicham Ahmidam. No obstante, esta condena fue sólo por "tráfico de drogas", ya que la justicia ha desestimado los cargos que recaían sobre él y que le acusaban de colaboración con los terroristas del 11-M.

Durante el proceso, el fiscal aseguró que ambos acusados habían confesado que formaban parte de la célula terrorista que cometió los atentados del 11-M. Según la fiscalía, Chukri y Ahmidam, las dos únicas personas detenidas en Marruecos por estos hechos, habían colaborado en los actos terroristas de Madrid y estaban preparando acciones armadas en territorio marroquí.

Mustafa Chukri fue detenido el 26 de marzo en Tetuán por la policía marroquí, que encontró en su domicilio planos de Madrid y de las estaciones en que se cometieron los atentados. El acusado era muy conocido en Tetuán por sus ideas radicales y había inmigrado ilegalmente a España en los 80.

En España realizó trabajos agrícolas hasta que las autoridades lo expulsaron en 1988. Después, volvió a entrar tres veces en territorio español, siempre ilegalmente. Los últimos años, vivía del tráfico de drogas y de la venta en Marruecos de coches robados en Europa, especialmente en Alemania. Las fuerzas de seguridad españolas sostienen que ambas actividades, junto con la falsificación de tarjetas de crédito, son las principales fuentes de financiación de las redes terroristas que Al Qaeda tiene en Europa Occidental.

POLEMICA DETENCION Hicham Ahmidam, también originario de Tetuán, fue detenido el 25 de marzo en Tánger por tráfico de drogas. Su arresto suscitó un roce diplomático entre ambos países, pues las autoridades marroquís tardaron cinco semanas en informar de su detención a las españolas, que no tuvieron conocimiento de la misma hasta el 2 de mayo. El 26 de abril, la policía española emitió una orden de busca y captura internacional, sin saber que llevaba más de un mes detenido.

A Hicham Ahmidam se le relacionaba con la trama de tráfico de drogas que permitió a los terroristas islamistas comprar la dinamita con la que ejecutaron los atentados. En su domicilio de Madrid, la policía encontró 53 kilos de hachís y 32 kilos de pastillas de éxtasis.

El acusado es primo de Jamal Ahmidam, alias El Chino, que financió el 11-M con la venta de hachís y que se suicidó en el piso de Leganés.