El Gobierno y el PSOE han salido en tromba este martes a reprochar el viaje a Bruselas de Pablo Casado para intentar que la Comisión Europea ponga trabas a los Presupuestos para el 2019 que acaba de enviar Pedro Sánchez para su evaluación. El líder del PP se desplazará a la capital comunitaria a una reunión de los conservadores europeos para prevenir a los socios que estas Cuentas abren el camino para una nueva recesión. Su visita no ha tardado en recibir una lluvia de críticas.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le ha reprochado por actuar como "contraembajador" de los intereses de España y le ha afeado que se "rasgue las vestiduras" con unos Presupuestos sociales. En la misma línea, la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, le ha llamado "mal patriota". El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha ironizado sobre el viaje. "No hace falta que nadie vaya a Bruselas a tranquilizar a nadie, porque el problema no está en Bruselas", ha señalado, sino en el Parlamento, donde Sánchez no cuenta con los apoyos necesarios para salvar sus Cuentas.

Borrell ha dicho que las negociaciones para buscar respaldos están abiertas desde hace tiempo, aunque este lunes desde la Moncloa se indicó que una vez cerrado el acuerdo con Unidos Podemos, el Gobierno se disponía ahora a dialogar con el PNV.

En este contexto, el líder podemista, Pablo Iglesias, ha hecho un llamamientoa la ciudadanía para que "no se confíe" y "siga movilizada" en las calles con intención de mantener la presión sobre el PSOE para que cumpla lo pactado.

Casado denuncia que la oposición le acuse de hablar mal de España. No es que España sea un desastre. El Gobierno es un desastre y tiene a España hecha un desastre, ha afirmado antes de recordar que el PSOE votó en contra de la elección del popular Miguel Ángel Arias Cañete como comisario de Energía y Cambio Climático, informa Pilar Santos.