El Congreso ha aprobado el decreto de reforma del sector de la estiba este jueves, tras que el Gobierno fracasara en sacarlo adelante en su primer intento. Esta vez, el PP ha conseguido sumar los votos de Ciudadanos y el PNV, y ha contado además con el balón de oxígeno de los ocho diputados del PDECat, que corrigen su posición anterior y se ha abstenido tras negociar con el Ejecutivo. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha agradecido desde la tribuna a los nacionalistas catalanes su cambio de posición. Los exconvergentes justifican su giro porque dicen haber introducido mejoras, ante unos estibadores que, desde la tribuna de invitados, han abucheado al PP hasta que les han desalojado del hemiciclo en un ambiente bronco.

La aprobación (174 a favor, 8 abstenciones, 165 en contra) supone un cambio en los equilibrios temporales de poder en el Parlamento. En lo que va de legislatura, los nacionalistas catalanes han mantenido una actitud beligerante frente al partido en el Gobierno. Los populares impidieron que formaran grupo parlamentariuo propio -tuvieron que integrarse en el Mixto- y su portavoz, Francesc Homs, fue obligado a dejar el acta de diputado por su participación en la consulta del 9-N.

Este cambio de actitud del PDECat coincide con la decisión del Ejecutivo de no acudir a la reunión, el pasado viernes, que había de decidir si el Consorci del Palau de la Música acusaba aConvergència de recibir 6,6 millones en comisiones ilegales. La ausencia de dos representantes gubernamentales permitió a laGeneralitat ganar la votación y el Consorci no acusará al partido de haberse lucrado irregularmente a través del Palau.

PDECat niega que las negociaciones con el Gobierno en Madrid por el decreto de la estiba tengan nada que ver con el cambio de posición en la votación del Congreso. El pasado 16 de marzo solo PP y PNVvotaron a favor. C's se abstuvo y el resto de la oposición votó en contra, en un duro golpe a Mariano Rajoy.

Ahora el PDECat defiende que en la negociación con el Gobierno ha introducuido cinco grandes mejoras en el decreto, sostine que actúa movido por "responsabilidad" e incide en que, con esta base, es posible que las partes implicadas tejan nuevos acuerdos. "Hemos actuado con responsabilidad con las instituciones europeas, con lo spuertos catalanes y con la economía catalana", ha incidido el diputado Ferran Bel desde tribuna.

CONSENSO O "MERCADEO DE VOTOS"

El ministro de Fomento ha defendido en el debate que este que se aprueba ha sido el máximo consenso al que se ha podido llegar y ha alentado a los trabajadores, que han anunciado huelgas, a llegar a acuerdos. "Estamos en tiempo de descuento. La Comisión [Europea] no nos ha trasladado la garantía de que podamos salvar ahora el pago de los 24 millones de euros [de multa]", ha advertido, para incidir en las consecuencias económicas de no asumir la directiva europea. El ministro ha insistido en el Gobierno ha tenido márgenes estrechos de negociación y ha recordado que cumple órdenes en un "asunto de Estado", pero que este decreto no responde a un "razonamiento ideológico".

El PSOE sostiene que la norma no garantiza los puestos de trabajo a los estibadores, ha lamentado la "falta de cintura" del ministro en la negociación ha votado en contra.

Unidos Podemos, que también ha rechazado la norma, la ha calificado de "real decreto chapucero" que quiere convertir a los estibadores "en porteadores". Los morados denuncian que bajo las negociaciones exista una "compra de voluntades", en alusión al PDECat.

Ciudadanos ha defendido su apoyo al Gobierno al alegar que, más allá de la multa, la reforma es necesario para mejorar la competitividad.

ERC mantiene su rechazo al decreto, a pesar de que reconoce algunas mejoras en este segundo texto que el Gobierno ha sometido a votación.

Compromís ha denunciado el "mercado de votos" en lugar de la búsqueda de consensos y a pedido que el real decreto se tramite como proposición de ley para poder introducir enmiendas "que lo mejoren" en su tramitación. En la votación ha quedado rechazado que se tramite como proyecto de ley por procedimiento de urgencia.

La huelga se mantiene mientras sale el reglamento

Los estibadores mantienen la huelga convocada porque consideran que el real decreto ley aprobado este jueves no recoge suficientes garantías de empleo ni algunos acuerdos ya alcanzados con las empresas a través del mediador, Marcos Peña. El paro está previsto para los días 24, 26, 29 y 31 de mayo, y 2, 5, 7 y 9 de junio, en horas alternas.

Antolín Goya, de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), considera que las empresas deben seguir teniendo los trabajadores que tienen en estos momentos y ha reclamado “diálogo” al Gobierno para garantizar el futuro para más de 6.000 trabajadores que actualmente tiene el sector.

Goya ha criticado al PNV por apoyar al Ejecutivo como moneda de cambio en otros temas a raíz del pacto de los Presupuestos del Estado y ha valorado que PDECat haya intentado buscar fórmulas para que los trabajadores puedan aceptar el decreto.

El texto aprobado hoy apenas difiere del que fue derrotado el pasado mes de marzo. La clave del conflicto se regulará en otro decreto que tendrá cara ter de reglamento pero no tendrá que ser convalidado por el Congreso. En él se establecen las condiciones por las que las empresas estibadoras subrogarán los estibadores que actualmente dependen de las SAGEP, las sociedades que gestionan el trabajo en los puertos y que se convertirán en ETT’s en el plazo de tres años. Además Fomento dará 120 millones en ayudas para la renovación de las plantillas mediante jubilaciones a las que se podrán acoger a partir de los 55 años y con un 70% del salario.

El real decreto también detallará las prácticas que deberán realizarse para acceder a la profesión de estibador.