Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron durante la madrugada de ayer en varias localidades de Vizcaya y León a cinco presuntos integrantes de la infraestructura de mugas de la banda terrorista ETA, que se ocupa de facilitar la huida y acogida de los miembros de la organización, así como del traslado de armas.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, subrayó la importancia de la documentación incautada por la policía en los registros domiciliarios de los arrestados, y confirmó que la operación continuaba abierta. Alonso no descartó que se produjeran nuevas detenciones.

El despliegue de agentes se concentró en los municipios vizcaínos de Arrigorriaga, Getxo y Sopela, donde fueron arrestados Amaia Ibarra, Josu Alvarez, Oskar Elezeaga y José Angel Aranguren. Uno de ellos fue dirigente de Gestoras pro Amnistía. La quinta detención, la de Javier Ganuza, tuvo lugar en un hotel de La Bañeza (León), donde, según Interior, se encontraba de paso. La operación, ordenada por la Audiencia Nacional, fue fruto de las investigaciones abiertas tras la huida a Francia de cinco jóvenes de Basauri condenados en el año 2000 a 17 años de prisión por el incendio de un autobús cuando el chófer aún estaba dentro.

MATERIAL VALIOSO Los cinco detenidos, que tienen ahora entre 28 y 34 años, tenían relación con los condenados, ya que todos ellos eran en aquel entonces vecinos de Basauri. Los arrestados ayer facilitaron la huida a Francia de los condenados, según informaron fuentes policiales.

Durante los registros de los domicilios de los detenidos, la policía requisó teléfonos móviles, agendas, cartas de ETA, ordenadores y material informático que los agentes consideran de gran importancia. Está previsto que a partir de mañana viernes el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que instruye las diligencias del caso, tome declaración a los detenidos.