El expresidente Felipe González se mostró ayer partidario de hacer ajustes a la Constitución española, pero sólo en aquellos puntos en que sea necesario. "Hay que reformarla para lo que haga falta, en el punto que haga falta, pero no porque hayan pasado 25 años hay que ponerlo todo patas arriba", argumentó. González, que inauguró un ciclo de conferencias en Malgrat de Mar (Barcelona), subrayó que la reforma de la Carta Magna tiene que ver con el cambio que se ha producido en "la redistribución de poder" en este cuarto de siglo.

El que fue presidente del Gobierno español durante 14 años señaló que no hay que tener miedo a reformar la Constitución, como temen, según dijo, "los conservadores de antaño", que "antes no la querían y ahora parece que la hubieran parido y sólo sea suya".

González reiteró su voto favorable a la Constitución Europea, a pesar de que "no se hayan discutido los elementos de gobernabilidad". Y criticó que el actual escenario de los 25 no tenga aún un liderazgo definido.

También el expresidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, se refirió ayer, en el Fórum, a la propuesta de la Constitución Europea, de la que aseguró que, "personalmente, no como político", son "más cosas" las que le "atraen" que las que le dan "miedo", informa J. G. Albalat.

CRITICAS A IBARRETXE El anuncio del lendakari de someter a referendo su plan soberanista, mientras tanto, desató las críticas del presidente de Extremadura. Juan Carlos Rodríguez Ibarra acusó a Juan José Ibarretxe de "no ser demócrata" y de "ser un señor feudal por pedir privilegios para su territorio en función de derechos históricos".