La gran esperanza

Licenciada en Filología Bíblica

Casada y madre de dos hijosMaría San Gil es la gran esperanza blanca de la dirección popular. Las clases de latín y griego que impartía como licenciada nada menos que en Filología Bíblica Trilingüe, cuando la fichó Gregorio Ordóñez como asesora municipal, le permiten ahora defender sus tesis con un lenguaje cercano a la calle, sin perder un ápice de firmeza.San Gil decidió ingresar en política en 1995, tras ser testigo del asesinato a manos de ETA de Ordóñez, su jefe y amigo, mientras compartían mesa y mantel en un restaurante de San Sebastián. Desde entonces, su trayectoria política ha estado centrada en el ayuntamiento donostiarra, institución que ahora deberá abandonar sin haber cumplido su sueño de ser alcaldesa, y tras haber protagonizado sonados enfrentamientos con el alcalde socialista Odón Elorza.En su carrera, consta también que fue parlamentaria vasca durante unos meses, aunque no llegó a subir a la tribuna de oradores. Más experiencia adquirió como presidenta del PP guipuzcoano, cargo que ejerce desde el 2000 y desde donde ha logrado convertirse en la dirigente más querida del partido. Ahora deberá controlar la vida orgánica de una formación compuesta por diferentes familias.