En el juicio del procés se han sucedido los guardias civiles que asistieron a los registros del 20 de septiembre de 2017 o participaron en alguna diligencia de investigación, como el análisis de los correos electrónicos que enviaron o recibieron los acusados. También los que revisaron las comunicaciones que mantuvieron los Mossos d’Esquadra. El comandante que se encargó de estos audios declaró ante el tribunal que, según se desprende de ellos, la Policía de la Generalitat recibió «una orden que tenía prioridad sobre cualquier otra»: informar sobre los movimientos y la dirección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante el 1-O.

A partir de las grabaciones de los agentes con el centro de mando, el testigo explicó que hubo órdenes que «tuvieron que ser dadas verbalmente», como el carácter prioritario de informar sobre los movimientos de los agentes de los otros cuerpos, un extremo que fue negado ante el tribunal por el exmayor de los Mossos Josep Lluís Trapero, que trató de justificar estas prácticas como una información más que debía incluirse en las actas que reflejaban lo ocurrido en cada centro de votación.

PRESENCIA DE TORRA

Para ahondar en sus explicacions, el testigo habló de seguimientos a convoyes, «placas de matrículas de vehículos camuflados para comprobar si eran de la Policía o de los Mossos» e, incluso, se llegó a pedir por la emisora el envío de fotos. A través de estos audios, también se ha sabido que parejas de Mossos manifestaron que en algunos centros la estrategia para evitar su cierre era colocar a niños y personas de edad avanzada en primera línea.

La sesión empezó con el brigada que dirigió el registro de la nave de Bigues i Riells en la que se intervinieron 10 millones de papeletas y 16.000 sobres con material electoral para el 1-O, y en la que aseguró haber visto entrar y salir en varias ocasiones al ahora presidente de la Generalitat, Quim Torra.

Su relato de cómo abandonó el letrado de la administración de justicia el edificio en un ambiente «totalmente hostil» volvió a recrear la violencia con la que se encontraron las comisiones judiciales de la operación Anubis.

También analizó correos de Trapero y Forn, entre los que destacó uno del comisario de delincuencia económica al mayor en el que dice que el exsecretario de Hacienda de la Generalitat Josep Lluís Salvadó había propuesto que en el futuro los Mossos asumieran «competencias plenas» en la policía y hasta en aduanas.