Llevar la momia de Francisco Franco por vía aérea desde el Valle de los Caídos hasta su nueva inhumación en el cementerio de El Pardo "reduciría al mínimo los riesgos para la seguridad" ante posibles sabotajes de grupos de extrema derecha. Según ha sabido EL PERIÓDICO, ese es el argumento que han transmitido al Gobierno los expertos de la Guardia Civil que participan en el dispositivo de seguridad para la exhumación y reinhumación del dictador, cuyas reuniones comenzaron esta semana.

El traslado en aeronave es la "maniobra más segura" para sortear posibles boicots planteados por grupos de extrema derecha en caso de que se emplee la vía terrestre, como cortes en carreteras o barreras humanas que puedan obstaculizar el paso durante los 60 kilómetros que separan el Valle del nuevo destino para los restos del dictador. Una hora de camino en coche quedaría así reducida a menos de la mitad de tiempo en helicóptero, lo que reduciría también considerablemente los riesgos para la seguridad.

SABOTAJES POR AIRE

Las maniobras de obstaculización promovidas por los ultras quedarían, apuntan los expertos policiales, "prácticamente neutralizadas" en caso de que se recurriera a un medio de transporte aéreo para mover la momia de lugar. "Para llevar a cabo cualquier sabotaje por aire hace falta una infraestructura con la que casi ningún grupo ultra cuenta, además de que las fatales consecuencias de amenazar el tráfico aéreo no son equiparables a ninguna reivindicación que puedan llevar a cabo por tierra. De eso son conscientes hasta los opositores más extremistas", señala uno de los conocedores del operativo consultado por este diario.

Fuentes del ministerio del Interior no quisieron comentar los detalles de las reuniones para preparar el traslado de la momia del dictador ni las opciones que manejan "por razones de seguridad". En ese grupo de trabajo participan altos mandos de Guardia Civil y Policía Nacional. "Se está buscando el dispositivo más adecuado y con las mayores garantias para antes, durante y después del traslado", añadieron.

El plan de llevar los restos de Franco en helicóptero tiene un serio inconveniente. Algunos de los participantes en las reuniones de Interior han advertido que las ruedas de la aeronave "dañarían el pavimento de la explanada de la lonja donde se ubica la basílica" durante las maniobras de aterrizaje y despegue, de acuerdo con las fuentes consultadas por este diario.

TRASLADO E SANJURJO

El Gobierno también quiere evitar polémicas como la suscitada con la exhumación del general golpista José Sanjurjo en noviembre de 2016. Sus restos fueron trasladados en un helicóptero del Ejército de Tierra desde el monumento a los caídos de Pamplona al Panteón del Regimiento de Regulares de Melilla, donde el 23 de marzo de 2017 fueron inhumados.

Varios grupos políticos y asociaciones denunciaron públicamente que el traslado corriera a cargo de "una delegación de alto rango del Ministerio de Defensa" y criticaron que se le inhumara en una ceremonia "con honores militares" y en presencia de autoridades como el entonces presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, del PP.

A falta de que el Gobierno confirme la fecha de la exhumación, Interior ya ultima los detalles y prepara el dispositivo policial, que incluye movilizar unidades de la Guardia Civil destinadas a operaciones especiales, como los GRS (antidisturbios) y la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC), apoyados por agentes del Servicio de Información. Entre las medidas que tiene previstas el dispositivo también está, según ha sabido este diario, emplear inhibidores de drones para evitar que alguien pueda realizar fotografías aéreas de la salida del féretro en un día que se prevé histórico.