El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, afirmó ayer que, para acometer cualquier reforma estatutaria, se debe cumplir una "doble exigencia": el respeto a la Constitución y un acuerdo que represente a "la inmensa mayoría" de la población española. Dicho de otro modo, la reforma debe contar, según el exvicepresidente del Gobierno, con el apoyo en las Cortes de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP.

La propuesta de Guerra sintoniza con lo acordado por el PP en San Millán de la Cogolla (La Rioja), en septiembre. Los populares aceptaron debatir posibles reformas estatutarias siempre que se produjera un "doble consenso", es decir, que haya acuerdo entre las fuerzas mayoritarias de la comunidad que reforma su estatuto y, a la vez, exista acuerdo entre PSOE y PP en el Congreso. La declaración de San Millán será llevada por los populares a la conferencia de presidentes autonómicos del próximo mes de noviembre.

El presidente de la Comisión Constitucional afirmó a RTVE que la discusión estatutaria tiene "mucho ruido identitario y muy pocas nueces" porque los márgenes del debate son "muy estrechos" y las modificaciones que pueden hacerse son, por tanto, "limitadas".

Guerra advirtió de que, si se reforma un estatuto (en referencia a las manifestaciones hechas por los gobiernos de Euskadi, Cataluña y Andalucía), se reformarán "sin duda" los del resto de comunidades.

Con respecto a la Constitución, destacó que cualquier modificación precisa de un acuerdo no sólo "deseable", sino "imprescindible" entre los dos partidos mayoritarios.