Era 2015. Esperanza Aguirre todavía no lo sabía, pero estaba a punto de perder el Ayuntamiento de Madrid frente a Manuel Carmena cuando se fue de visita al mercado Maravillas y anunció con toda la pompa que había fichado al «brillante economista» Daniel Lacalle para el consistorio. Él vivía entonces en Londres y, aunque siempre estuvo en sintonía con la lideresa en su visión neocon de una sociedad con más libertad individual y menos Estado, no llegó a sumarse al PP madrileño por sus compromisos profesionales en la capital británica.

Lacalle (Madrid 1967) es licenciado en economía, analista financiero y máster en investigación económica. Comenzó su carrera trabajando en el sector eléctrico, pero reorientó sus intereses hacia la gestión de renta fija. Nieto de militar franquista, hijo de militante comunista, Lacalle ha demostrado una hiperactividad especialmente versátil: autor de varios libros (entre ellos el bestseller Viaje a la libertad económica), conferenciante, profesor y tertuliano asiduo con gran capacidad para traducir, si no siempre con rigor, desde luego con creatividad, conceptos complejos en frases bala.

Lacalle ha estado cerca de Pablo Casado, asesorándole desde que alcanzó la presidencia del PP y a nadie le extrañó su fichaje (ahora sí) como número cuatro para las elecciones del 28-A, pero muchos recordaron el estrepitoso paso por la política de Manuel Pizarro con Mariano Rajoy.

Defiende Lacalle casi desde la obsesión bajar impuestos y restringir el gasto público. Ha asegurado que el pensionista es «el pagafantas de las subidas de impuestos». Critica que el programa de Pedro Sánchez es el legado de José Luis Rodríguez Zapatero y le acusa de abonar la política del «despilfarro».

El gurú de Casado, que escucha al grupo The Walker Brothers, cuyo tema más conocido es The Sun Ain’t Gonna Shine Anymore (El sol no volverá a brillar más), trata de recuperar para el Partido Popular la leyenda de buen gestor económico, aparentemente ajeno a la crítica que recibió de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que recordaba que «el milagro económico del PP está en la cárcel».