El PSOE aceptó a regañadientes la comisión de investigación del 11-M y ahora, a punto de dar el carpetazo, se resiste a la comparecencia de José María Aznar por creer su testimonio irrelevante. Pero se equivocan, como lo hicieron en su día renunciando al juicio político del franquismo. ERC, IU-ICV y CiU insisten, con razón, en la necesidad de interrogar al máximo responsable de la gestión del Gobierno.Aznar, con mono de predicador, pide comparecer y Mariano Rajoy, como buen gallego, dice que sí, pero que lo pidan los otros. El testimonio de Aznar serviría para ratificar un dato inquietante, tal como se pudo constatar en la intervención del correveidile

Aznar, con mono de predicador, pide comparecer y Mariano Rajoy, como buen gallego, dice que sí, pero que lo pidan los otros. El testimonio de Aznar serviría para ratificar un dato inquietante, tal como se pudo constatar en la intervención del Acebes, que no mintieron por intereses partidistas sino que nos revelaron su verdad, única y absoluta, escrita en un guión previo donde no cabían más terroristas que los etarras. Los dogmáticos suponen un mayor peligro que los mentirosos o los tramposos. Esperemos que Rajoy pueda sacudirse la herencia totalitaria aznarista en el congreso del Partido Popular.*Profesor de Historia.