Juan José Ibarretxe inauguró ayer en el Palacio Miramar de San Sebastián el nuevo curso con una andanada contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de no reconocer legitimidad a los debates y decisiones de las comunidades donde no gobierna el PSOE.

El lendakari, que citó expresamente a catalanes y andaluces, no ocultó su malestar ante el hecho de que se cuestione lo que pueda decidir el Parlamento vasco sobre el plan Ibarretxe mientras se "respetan" los planteamientos de Cataluña y Andalucía, donde los socialistas "están en el poder".

En su primera comparecencia pública tras las vacaciones, Ibarretxe se mostró rotundo: "El verano nos ha permitido ver la patita al Gobierno español", sentenció, antes de advertir de que en "determinados talantes que se presentan como nuevos, no hay más que viejas formas".

El lendakari reprochó expresamente al Ejecutivo de Zapatero haber esperado "a dos horas antes de entrar en el periodo vacacional" para anunciar el cierre de La Naval, el astillero de Izar en la localidad vizcaína de Sestao.

ETA NO IMPIDE EL DEBATE Ibarretxe enfatizó la "extraordinaria importancia" del último tramo de esta legislatura --las autonómicas serán la próxima primavera-- que culminará con el debate y votación de su plan soberanista en el Parlamento. Manifestó que, tal como prometió, la consulta sobre el nuevo estatuto se realizará "en ausencia de violencia".

Ibarretxe advirtió, además, al PSE de que ni su Gobierno ni él mismo comentarán "ni media palabra" del proyecto de reforma estatutaria que culminan estos días los socialistas vascos si no la llevan al legislativo. "Ahora, por primera vez, estamos en un debate normativo en el Parlamento y no en los medios de comunicación", recalcó el lendakari.

Dijo, además, que la negativa del PSE de llevar su propuesta a la Cámara, revela una "pose" y es un "fraude a la ciudadanía".