Miquel Iceta es la sorprendente apuesta de Pedro Sánchez para presidir el Senado. El primer secretario del PSC ha aceptado la oferta de ocupar el escaño del expresident José Montilla, que ayer renunció al acta. El líder del PSOE ha elegido a uno de sus fieles defensores para dirigir la Cámara alta, que controlará con mayoría absoluta tras el resultado de las elecciones generales.

Pero al no ser senador, tendrá que ser designado por el Parlament, un trámite que está en el aire tras anunciar ERC su intención de votar en contra. Los socialistas pretendían formalizarlo hoy mismo, pero la Junta de Portavoces del Parlament fijó la votación para el próximo 15 de mayo. La constitución del Senado tendrá lugar el día 21.

Según fuentes del PSOE, Sánchez le transmitió la propuesta a Iceta el martes, día en el que se reunió con Albert Rivera y Pablo Iglesias para explorar el nuevo curso político. La idea del líder del PSC, no exenta de complejidad por el calendario de los plenos en Madrid y Barcelona, es compatibilizar la presidencia del Senado con las riendas del partido, el acta de diputado en el Parlament y la jefatura del grupo parlamentario en la Cámara catalana.

El primero en manifestar su inquietud, sin embargo, fue el presidente del PP, Pablo Casado: «Si el presidente del Senado, que tiene que aplicar el artículo 155, es el que ha dicho que habrá una consulta sobre independencia en Cataluña en diez años, me deja muy preocupado», dijo.

La mayoría absoluta de los socialistas en el Senado tras los comicios del 28 de abril garantiza la elección de Iceta en la sesión constitutiva de la Cámara Alta el 21 de mayo, mientras que en el Congreso continúan los contactos para acordar la composición de una Mesa «progresista», en la que los de Sánchez no prevén dar cabida a ERC ni el PNV.

El PSOE cuenta con nombrar a tres de sus nueve representantes, entre ellos el que ocupará la Presidencia, mientras que Unidas Podemos, PP y Cs tendrían dos miembros cada uno.

Los contactos con otros grupos los inició el martes la número dos del partido y portavoz parlamentaria la pasada legislatura, Adriana Lastra, después de que el presidente Pedro Sánchez terminara su ronda en Moncloa con los líderes del PP, Pablo Casado; Cs, Albert Rivera, y Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Lastra explicó que quiere que el órgano de gobierno de la Cámara baja «sea representativo del Congreso que salió de las elecciones del 28 de abril, en las que el PSOE tuvo más escaños doblando al siguiente partido».

LA PRESIDENCIA DEL CONGRESO

Entretanto, el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, tildó de «especulaciones sin fundamento» la posibilidad de que Carmen Calvo pueda ser presidenta del Congreso, ya que -a su juicio- la hasta ahora vicepresidenta es un «pilar importante» del Ejecutivo.

Aunque el PSOE no está dispuesto a ceder la presidencia del Congreso a Unidas Podemos, su número dos, Irene Montero, sugirió que forma parte de las conversaciones: «Hablamos de todas las posiciones, incluida la Presidencia», afirmó a la SER.

En ella ha destacado que, aunque su grupo va a la negociación con el PSOE sin líneas rojas, un asunto «muy importante» será la exigencia de que los bancos devuelvan al Estado los 60.000 millones de euros con que fueron rescatados durante la crisis.

A pocas horas para el inicio de la campaña de las municipales, autonómicas y europeas, Ábalos explicó que las expectativas del PSOE son «el interés de España», lo que pasa -dijo- por «poner fin a legislaturas débiles». «Yo creo que este país tiene que asumir efectivamente que tiene una pluralidad política con la que hay que trabajar, hay que asumir que hoy tenemos una realidad compleja con una representación política más plural, otros podrían decir que más fragmentada, y hay que integrar esa pluralidad», dijo.

En esa línea, apeló a la «centralidad política», entendida como un «espacio de convergencia y de mayorías, donde nadie renuncia a sus ideas, pero trata de entenderse y trabajar por el país».

Desde ERC mostraron su malestar por haberse enterado de la elección de Iceta para presidir el Senado por la prensa y no se mostraron muy favorables de facilitar la designación del socialista como senador por Cataluña.