Nuevo escenario de negociación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El presidente del gobierno en funciones propuso incorporar al Consejo de Ministros perfiles técnicos de Unidas Podemos -diputados morados especializados en sus áreas y sin carrera política-. Un planteamiento que no ha gustado al secretario general de Podemos que exige que sean perfíles políticos electos los que ostenten carteras ministeriales: "En democracia gobierna quien se presenta a las elecciones y quien tiene el apoyo de los ciudadanos". Pese a las diferencias, Iglesias ha asegurado tener los equipos negociadores preparados desde hace tiempo y espera una llamada del PSOE que podría producirse este fin de semana.

"Entre socio tenemos que respetarnos", ha sentenciado el "socio preferente" de Sánchez para lamentar que la oferta del líder socialista sea incluir en el Ejecutivo a ministros que provengan de las confluencias de Podemos como independientes para asumir carteras técnicas. Así, ha insistido en que En la "democracia la gente vota a los representantes que van a legislar y que van a gobernar".

Además, se ha mostrado descontento con la posibilidad de que el PSOE vete su entrada en el Gobierno o la de la 'número dos' del partido, Irene Montero: "Los vetos en política son impresentables". Una crítica que ha ido acompañada de una hipotética pregunta: "Por qué razón ponen ustedes esos vetos?". Él mismo ha respondido que los socialistas deberán explicar si es por la "personalidad" de los líderes de Podemos que no quieren que estén en el Consejo de Ministros.

UNA ESTRATEGIA SIN JUGADORES

"Nosotros sabemos que discutir del programa va ligado a discutir de los equipos de gobierno", ha sentenciado Iglesias al ser preguntado por la posibilidad de iniciar una negociación programática. Para defender su posición, ha explicado que dialogar solo sobre las medidas sería como establecer la estrategia de juego de un equipo de futbol sin saber las capacidades de los jugadores con los que contarán.

"Poner la firma en un papel cuesta poco", ha insistido, argumentando la necesidad depoder controlar el cumplimiento de lo pactado desde dentro del Gobierno. En este sentido, ha recordado que algunas de las medidas firmadas con el PSOE en el acuerdo presupuestario de octubre no llegaron a cumplirse.