Hay muchos asuntos que para mí han sido muy difíciles de tragar, ha reconocido Pablo Iglesias sobre su paso por el Gobierno de coalición. Ni 24 horas después de haber abandonado la vicepresidencia segunda, el líder de Unidas Podemos y candidato morado a las elecciones madrileñas ha admitido que en el año que ha estado en el Ejecutivo ha tenido que aceptar algunas cuestiones con las que estaba en contra porque no estaban reflejadas en el acuerdo de coalición. A este mismo pacto se ha referido para asegurar que la regulación de los precios acabará saliendo adelante.

Después de que el pasado martes se despidiera del Gobierno señalando los límites y contradicciones de estar en el Consejo de Ministros con el PSOE, este miércoles ha señalado que ha tenido que tragar con asuntos como la fusión de Bankia y CaixaBank o la negativa a tener una empresa pública de energía que frenase los incrementos de la luz. Esto no lo firmamos con el PSOE, ha lamentado.

No obstante, en lo relativo a la regulación de los precios del alquiler o la derogación de la llamada ley mordaza?, Iglesias ha asegurado que al final saldrá adelante. Lo que está en ese documento es ley porque otra cosa sería tomar el pelo a los ciudadanos. La parte socialista no está de acuerdo con lo que firmaron, pero entonces no haberlo firmado, ha sentenciado sobre el acuerdo de coalición.

Cambio de dinámicas

El líder de Podemos también ha hablado sobre la dinámica que se dará ahora en el seno del Gobierno. Según ha explicado, será la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, junto a las ministras de Igualdad y Derechos Sociales, Irene Montero e Ione Belarra, las que lleven la negociación con el PSOE. Un liderazgo coral nos puede beneficiar, ha señalado tras reconocer que hasta ahora el partido se había construido en torno a su figura. Probablemente en el pasado fue condición de posibilidad de muchos avances, ha dicho sobre este asunto.

Aun así, Iglesias no se desentenderá de la acción del sector morado en el Gobierno. Jugaré mi papel, ha sostenido antes de explicar que seguirá manteniendo una interlocución con Pedro Sánchez como secretarios generales que son ambos en sus respectivas formaciones. Así, ha apuntando que con el presidente del Gobierno ha construido una confianza muy especial, digamos una relación de aprecio y que los contactos seguirán de e manera discreta.