Cinco años después de la fundación de Podemos, con muchas idas y venidas y tras un camino plagado de encontronazos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón consumaron ayer su divorcio, salvo sorpresa y pirueta de última hora. La amistad que les unía se venía deteriorando por las luchas dentro del partido y por las diferencias políticas que les separaban. Aun así, ambos dirigentes intentaban sobrellevarse para no fracturar Podemos en su peor momento electoral. Sin embargo, la decisión de Errejón de presentarse a las elecciones de la Comunidad de Madrid con la marca Más Madrid, impulsada por Manuela Carmena, acabó produciendo la ruptura entre los dos cofundadores: Iglesias entiende que es una «maniobra», esto es, una traición, y le señaló la puerta de salida de un partido del que prefiere que se marche sin tener que llegar a echarle oficialmente.

A tan solo cinco meses de las elecciones locales y autonómicas, Errejón anunció en la mañana de ayer su propósito de formar un tándem con la alcaldesa madrileña en la plataforma Más Madrid, alejándose del partido que el mismo ayudó a fundar. Dicha decisión llegó tras una semana de discrepancias con la dirección morada, que trataba de imponer las condiciones de un pacto electoral con IU que él no compartía, pero que sí contaba con el beneplácito de la actual cúpula podemista en Madrid. Otro choque más a sumar en la larga lista de desencuentros entre pablistas y el sector más cercano a Errejón en los últimos tiempos.

carta abierta / En este contexto, Errejón y Carmena decidideron, a través de una carta abierta a todos los madrileños, apostar por coordinar sus propuestas a la alcaldía y Parlamento regional en «un programa conjunto y participativo». Además, renunciaron a las primarias de Podemos y se comprometieron a celebrar sus propias primarias el próximo febrero, con el objetivo de ofrecer «un proyecto integral, optimista y de futuro».

Ambos aseguran que coordinarán sus «propuestas en un programa conjunto y participativo».

Pese a la intención de guardar sus siglas (hasta ahora) en un cajón, el entorno de Errejón mantenía la esperanza de continuar siendo el candidato de Podemos en una plataforma más amplia, que aglutinase a todo el progresismo.

Además, en la misiva que firma con la actual regidora enarbola la bandera de la futura cooperación entre gobiernos para hacer más atractivo el camino elegido. Sin embargo, la respuesta de un Iglesias que se vio obligado, según dijo, a interrumpir su baja paternal para responder a través de Facebook a la «maniobra» de Errejón, y que se definió «triste» y «tocado», fue contundente: considera que su compañero ha dejado el partido para unirse a otro y le advierte que se elegirá otro aspirante para la comunidad de Madrid que le hará competencia.

«Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido con Manuela, pero Podemos tiene la hoja de ruta que marcaron los inscritos», sentenció, sugiriendo que el futuro de Errejón no está en la organización morada.

Tampoco se privó de apuntar que cumplirán con el compromiso de no presentar candidato al ayuntamiento para que todo el voto se aglutine en torno a Carmena, pero que Errejón no correrá la misma suerte. «Con todo el respeto, Íñigo no es Manuela», espetó.

IGLESIAS SIENTE «VERGÜENZA» / Iglesias no quiere poner en riesgo una plaza ya conquistada, el ayuntamiento, pero se la jugará en la región con candidatura propia que cuenta con aval de IU, según confirmó en la tarde del jueves Alberto Garzón.

El jefe de Podemos dijo sentir «vergüenza» ante lo ocurrido y ante la forma en que Errejón y Carmena le habían «ocultado» que preparaban un «proyecto electoral propio». Asegura que se enteró de estas intenciones solo cinco minutos antes de que la carta de su compañero de filas y la alcaldesa se hiciera pública. A partir de ahí, Iglesias evitó hablar de expulsiones o expedientes en su escrito de urgencia a militancia y simpatizantes, pese a que la dirección sitúa ya fuera de la organización a Errejón y le invita a «actuar en consecuencia». Esto es, a que se vaya antes de que le echen.

Pero el aludido, según su entorno, cree que aún puede haber alguna salida que no sea la ruptura total entre él y Podemos. Sabedor de que en mayo podría encontrarse compitiendo frente a alguno de los que han militado con él en Podemos, Errejón piensa que el texto de Iglesias es «ambiguo» y espera «seguir hablando» para conseguir una candidatura de unidad para competir en Madrid.