Paz en Podemos. Después de un día de vértigo y silencio, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón sellan un acuerdo ‘in extremis’ para zanjar la crisis desatada al desvelarse el plan de la cofundadora, Carolina Bescansa, para derrocar al líder. Ante el riesgo de erosión de una nueva guerra interna en Podemos que les haría perder pulso para las elecciones autonómicas del 2019, los máximos dirigentes morados apartan suspicacias y logran un pacto para la candidatura a la Comunidad de Madrid. Bajo el lema “Cuidar Podemos” han comparecido este jueves en la sede estatal del partido Iglesias, Errejón y el secretario general en Madrid, Ramón Espinar, con la determinación de demostrar que la formación avanza unida a pesar del último traspiés.

La situación no podía eternizarse. Este viernes finaliza el plazo para presentar las candidaturas preliminares a las primarias de la Comunidad de Madrid. “Hoy traemos una propuesta de unidad desde la pluralidad”, ha señalado Iglesias. “He escuchado a Íñigo y confío en él”, ha añadido.

El pacto actualiza lo acordado el pasado fin de semana entre pablistas y errejonistas. Entonces el estratega consiguió tener el control de la lista que encabezará, de la campaña y de la línea discursiva. Lo consiguió tras una dura negociación y la amenaza de no ser candidato si Iglesias no claudicaba. El líder, molesto, le espetó aquel "ni media tontería”, pero consiguieron cerrar un pacto.

La tranquilidad duró poco. Este miércoles se desveló un plan de Bescansa para persuadir a Errejón y derrocar a Iglesias. La cofundadora del partido pedía ser vicepresidenta en la Comunidad de Madrid bajo el Gobierno de Errejón y pretendía, también, ser candidata a las elecciones legislativas del 2020 y a la secretaría general de Podemos.