Las pintadas en mitad de un carretera asturiana y las presiones a un bar de la localidad de Felgueras obligaron a Pablo Iglesias y a Irene Montero a finalizar el pasado lunes sus vacaciones en el Principado de Asturias. Este martes, el vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos ha quererido restar importancia al asunto recordando que este suele ser el precio a pagar por estar en política. "No va conmigo el victimismo", ha sentenciado en un mensaje publicado en su cuenta personal de Facebook.

"Lo que hace a nuestra familia la extrema derecha y ciertos medios es grave, pero hay que poner cada cosa en su contexto", arranca el comunicado publicado por el líder morado antes de explicar que "hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política". "No es nuestro caso", apunta Iglesias. En este mismo sentido, el vicepresidente reconoce que "no hay derecho" a que sus hijos sean increpados por el "compromiso y las tareas políticas" de sus padres, pero que "hay millares de niños en situaciones mucho más vulnerables".

Las palabras de Iglesias llegan después de que el pasado lunes tuviera que finalizar sus vacaciones en la localidad de Felgueras, donde se alojaba en la casa del diputado de Unidas Podemos y secretario general del PCE, Enrique Santiago, tras la aparición de pintadas en la carretera en las que se podía leer "coletas rata". Además, un bar del municipio al que acudieron Iglesias y la ministra de Igualdad sufrió presiones.

"Su odio y sus amenazas no frenarán nuestro trabajo. El ejemplo de la gente corriente, honesta y valiente que no tiene miedo al fascismo, es para nosotros la mayor motivación para continuar", concluye el líder morado un mensaje en el que agradece el apoyo recibido, la hospitalidad de Enrique Santiago y la actutid de distintos vecinos así como de los polícias que les acompañaron "cumpliendo su labor con la mayor profesionalidad y el mejor trato humano".

APOYOS POLÍTICOS

Tras conocerse el pasado lunes que Iglesias abandonaba Asturias, los diputados de la formación morada se volcaron en apoyo a su líder. El portavoz del partido en el Congreso, Pablo Echenique, aseguró que "el acoso fascista" que sufre el vicepresidente segundo solo tiene como objetivo "agotarle como humanos para destruir un proyecto". Un mensaje similar expresaron varios dirigentes de Unidas Podemos.

No obstante, el acoso sufrido por Iglesias fue denunciado en el PSOE de manera menos contundente. Quien sí se expresó con claridad fue el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrian Barbón. "Todas las personas tienen derecho a que su vida privada sea respetada, también quiénes estamos en política, sean del partido que sean", señaló en Twitter. "Las faltas de respeto, los insultos, el acoso es para mí inadmisible. Siento mucho leer esta noticia. Mi solidaridad para ambos", concluía.