La sombra de un posible «superdomingo» electoral sobrevuela el contexto político desde el pasado lunes y, por muchas matizaciones que miembros del Gobierno hayan hecho sobre esta posibilidad, el runrún de un adelanto electoral ha calado hondo en Podemos. Para estar prevenidos, la formación morada ha decidido convocar primarias en su partido para configurar las listas con las que afrontar las elecciones generales.

Será antes de Navidad cuando Podemos lleve a cabo este proceso interno en el que Pablo Iglesias se presentará para encabezar la candidatura y optar a la presidencia del Gobierno. De esta manera, los morados empiezan a poner en marcha la maquinaria electoral, un gesto que añade más presión sobre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

Así lo decidió ayer el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) de Podemos que había sido convocado de urgencia para planificar las estrategias a seguir en un contexto de incertidumbre. El objetivo de los morados al dar comienzo a la selección de los candidatos que compondrán las listas al Congreso y al Senado es, según fuentes de la dirección del partido, estar preparados para que «una decisión rápida del Gobierno no pueda pillarles desprevenidos». Las mismas voces subrayaron la necesidad de «estar preparadados para afrontar un adelanto electoral con garantías».

La nueva actitud de los morados cambia radicalmente su relación con el Gobierno de Sánchez. Con los pensamientos puestos ya en los próximos comicios, que Iglesias no ha descartado que sean en el primer trimestre de 2019, Unidos Podemos se distancia del Ejecutivo socialista y se sitúa ya como fuerza de oposición.

El anuncio de estas primarias se produjo después de que el líder morado diera un discurso ante la dirección de su partido en el que aumentó la presión sobre Sánchez. Y es que, fuentes de la dirección, asegurarón que el objetivo de los morados es «aprobar los presupuestos», única posibilidad de que Podemos siga como socio principal del Gobierno.

Sin embargo, Iglesias tiene claro que, de no aprobarse el pacto alcanzado con el PSOE, «no es muy real» que Sánchez «se pueda sostener mucho tiempo» en la Moncloa mediante reales decretos. Esta fue una de las posibilidades barajadas por algunos miembros del Gabinete de Sánchez ante la imposibilidad de encontrar los apoyos necesarios para sacar los Presupuestos. «Estamos más cerca de un adelanto electoral que de la aprobación de los PGE», insistió el líder morado que no ve posible que la legislatura aguante hasta el final sin unas nuevas cuentas públicas.

Y, sin presupuestos, con 86 diputados en la bancada socialista, con una mayoría conservadora en el Senado y con la Mesa del Congreso controlada por PP y Cs, Iglesias ha dejado caer que resultaría conveniente «asumir que puede haber elecciones muy pronto». La presión de Iglesias fue más allá, recriminando al presidente de España su «incapacidad» y «su escasa voluntad para lograr cerrar apoyos».