Salvador Illa no quiere defender o rechazar, a la luz del aumento de contagios de coronavirus, la celebración de las elecciones catalanas el próximo 14 de febrero. Ni como candidato del PSC a la Generalitat, ni como ministro de Sanidad, un puesto en el que pretende continuar hasta que comience la campaña de los comicios. En varias ocasiones durante su comparecencia desde la Moncloa tras el Consejo de Ministros de este martes, Illa se ha desvinculado de la decisión que se acabe tomando. Corresponde al Govern y a los partidos catalanes. No voy a introducir ningún matiz, ha señalado.

El retraso de los comicios está en el aire, tras los malos datos epidemiológicos. El próximo viernes, el Govern y los partidos celebrarán una reunión “definitiva” sobre si se mantiene o no la cita con las urnas. Allí se intentará alcanzar un consenso. Y si no es posible, será el Ejecutivo catalán quien decida. Sin anticipar nada, la portavoz del Govern y ‘consellera’ de Presidència, Meritxell Budó, ha abierto este martes la puerta. La situación, ha dicho, es “grave”, después de que en las últimas 24 horas haya habido 7.000 nuevos positivos en Cataluña. “Son datos que nos tienen que hacer reflexionar”, ha dicho Budó, porque cuando comience la campaña, el 31 de enero, la situación no será “mejor que ahora”.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, sin embargo, no tiene dudas: las elecciones, con los datos actuales, se deben celebrar el próximo 14 de febrero. El retraso, ha dicho, solo tendría sentido en un escenario de confinamiento domiciliario, que el propio Illa ha descartado. “Con los datos que proporcionaron ayer, no hay ningún motivo para aplazar las elecciones. Por lo tanto, espero que nadie esté más atento a las encuestas que a los datos de la pandemia”, ha señalado el líder de los socialistas catalanes, aludiendo al despegue que experimente su partido en los sondeos a raíz de la decisión de ceder al ministro de Sanidad el puesto de cabeza de cartel.

"Centrado al 101%"

Illa, mientras tanto, no quiere entrar en el debate, y menos aún desde la Moncloa. En una respuesta muy preparada, que ha repetido una y otra vez, el aspirante del PSC y titular de Sanidad ha dicho: “Estoy centrado al 101% en la lucha contra el virus. Este es mi objetivo. Seguiré ejerciendo mis funciones hasta que empiece la campaña. Hay un espacio de decisión entre el Govern y los partidos catalanes al que no voy a introducir ningún matiz”.

Su permanencia en el Ejecutivo, sin embargo, continúa siendo objeto de polémica. Por un lado, por las dudas que despierta sobre su dedicación a tiempo completo a la lucha contra el virus, en un momento tan sensible como este, ante la llegada de la tercera ola, intensificada por los desplazamientos y reuniones navideñas. Por otro, por las sombras de una supuesta utilización de la pandemia para crecer políticamente y la ventaja competitiva que podría tener respecto a sus adversarios, al contar con la tribuna que supone formar parte del Gobierno. Pero Illa descarta ambas críticas. “Estoy centrado en mi trabajo, que les aseguro que no es fácil. No sé si esto genera ventaja competitiva. Me da igual”, ha dicho. Lo importante, ha concluido, es la lucha contra el virus. Las elecciones vendrán después, sean cuando sean.