El ministro del Interior, José Antonio Alonso, admitió ayer durante su primera comparecencia ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso la insuficiencia de medios policiales para afrontar la amenaza del terrorismo islamista.

En su exposición, reconoció que cuatro autores de los atentados del 11-M no han sido detenidos. Su antecesor, Angel Acebes, dijo el pasado 13 de abril que "el núcleo principal" del grupo que perpetró la matanza había sido "neutralizado".

Alonso afirmó que el séptimo terrorista inmolado en Leganés, no identificado, puede ser un afgano enviado por Al Qaeda a España. El ministro fijó en 250 kilos la cantidad de goma-2 sustraída en las minas asturianas y no descartó otros robos de explosivos. La penuria de medios policiales para obtener información de los entornos de las mezquitas, donde se congregan algunos radicales islamistas, es grave. Alonso citó un ejemplo: la policía sólo cuenta con 15 traductores de árabe.

NUEVA IDENTIFICACION Entre tanto, la policía identificó ayer a otro supuesto miembro de la célula de Madrid, el argelino Uhane Daud, cuya foto fue distribuida a las comisarías. Sus huellas fueron encontradas en la bolsa que contenía siete detonadores iguales a los empleados en los atentados de Madrid, que se encontraba en la furgoneta en la que también apareció una cinta con versos coránicos.

Daud tiene permiso de residencia y antecedentes policiales por faltas administrativas por estancia ilegal. La identificación de Daud descarta provisionalmente la implicación en el 11-M del abogado estadounidense Brandon Mayfield, que fue detenido por la similitud de sus huellas con las de la bolsa.

Por su parte, el juez Baltasar Garzón procesó ayer al marroquí Saiz Berraj, en paradero desconocido después de haber participado presuntamente en los atentados del 11-M. El magistrado le imputa un delito de integración en Al Qaeda por formar parte de la célula española que dirigía Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah .