El Ministerio del Interior condenó ayer mediante un comunicado oficial el atentado de ETA en Galicia y reiteró la firmeza del Gobierno ante el chantaje terrorista. El ministro José Antonio Alonso pidió "calma" a la sociedad española y confianza en que las fuerzas de seguridad lograrán detener a los culpables.

Todas las fuerzas políticas gallegas condenaron el ataque perpetrado por ETA contra el turismo de esa región. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, calificó a sus autores como "unos desgraciados" y advirtió de que ETA no tiene en Galicia "quien le siga el juego". El líder regional del PSOE, Emilio Pérez Touriño, coincidió con el BNG y el PP de Galicia al asegurar que los terroristas no lograrán desestabilizar las instituciones ni alterar la convivencia pacífica de los gallegos. El líder del PP, Mariano Rajoy, que veranea en la zona de Sanxenxo, recordó que la situación de ETA "es complicada" y ofreció la "absoluta disponibilidad" de su partido para apoyar al Gobierno. Por su parte, el Ejecutivo vasco, presidido por Juan José Ibarretxe, acusó a ETA de "romper las esperanzas de paz y diálogo de los ciudadanos".