Aparte de sacudir los cimientos del tripartito catalán, el caso Carod ha hecho tambalearse el frente internacional de la lucha contra ETA. Fuentes del Ministerio del Interior confiesan su temor a que la cúpula etarra aproveche su entrevista con Josep Lluís Carod-Rovira --y su posterior filtración a la prensa-- para abrir una brecha en el cerco internacional al que intenta someterla el Gobierno.

No ha sido una buena semana para el equipo del Ministerio del Interior, encabezado por el ministro Angel Acebes. Fuentes de ese departamento aseguran que el lunes Acebes se enteró por la prensa de que Carod, entonces conseller en cap de la Generalitat, se había reunido en Perpiñán (Francia) con los jefes de ETA Mikel Albizu, alias Mikel Antza , y José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera . Una noticia que dañaba al PSOE y favorecía los intereses electorales del PP, pero no la estrategia antiterrorista de Interior.

La cooperación policial con otros países --sobre todo con Francia-- y el aislamiento internacional de ETA son dos elementos básicos en la lucha contra la banda terrorista.

FOROS MUNDIALES Pero aún son muchos los foros internacionales --promovidos por ONG y ligados a los movimientos antiglobalización o ecologistas-- donde la banda logra infiltrarse y difundir sus mensajes, en los que presenta a Euskadi como un pueblo oprimido y a España, como un Estado opresor. Y no son menos los medios internacionales que omiten el carácter terrorista de ETA, a la que todavía definen como una organización "separatista".

Desde que llegó al poder, el presidente del Gobierno, José María Aznar, se ha esforzado en cercenar los apoyos internacionales de la banda, una ardua misión que empieza a dar frutos gracias a la guerra mundial contra el terrorismo desatada tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York.

A LA ESPERA DEL COMUNICADO Ahora el equipo de Acebes anda preocupado porque sabe que, tarde o temprano, ETA emitirá un comunicado para explotar la polémica abierta en torno a su cita con Carod. Los terroristas, según Interior, buscarán dos objetivos: insuflar ánimos al mundo aberzale, desmoralizado por la ilegalización de Batasuna y los golpes policiales a la banda, y legitimarse fuera de España.

"La entrevista con el número dos de un Gobierno autonómico puede ser para ETA un gran revulsivo en Euskadi y un magnífico aval en el extranjero", se lamentan los responsables de la lucha antiterrorista, que, si bien culpan a Carod, también admiten que la filtración de la noticia y el revuelo suscitado no hacen sino beneficiar la estrategia de la banda. El Gobierno da por seguro que la cooperación internacional contra ETA no se relajará, pero teme que los etarras obtengan mayor protagonismo en los foros alternativos.

Más que preocuparle, a Interior le ha indignado la difusión de la sospecha de que se pudo dejar escapar a los jefes de ETA que se vieron con Carod. Sin aclarar si Mikel Antza y Josu Ternera están o no vigilados, fuentes del ministerio garantizan que el mando antiterrorista no fue alertado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de la reunión que iban a celebrar en Perpiñán.