El semanario Interviú publica esta semana un reportaje que recoge diferentes aspectos de la vida privada de Rafá Zuhier, el confidente de la Guardia Civil al que se vincula con la red del 11-M.

Los documentos gráficos revelan que Zuhier no era, precisamente, un integrista religioso. En algunas de las imágenes de Interviú se le puede ver posando como modelo fotográfico; en compañía del futbolista del Real Madrid Ronaldo en una discoteca o practicando el full-contac, deporte en el que destacó y del que fue campeón de Madrid.

El semanario desvela que Zuhier se ganaba la vida con los chivatazos a la Guardia Civil, pero también vendiendo droga --sobre todo en el barrio madrileño de Chueca, en los ambientes gay--. Fue además portero y vigilante de discotecas exclusivas de Madrid.

Zuhier tiene fama, según Interviú , de triunfar con las mujeres. El semanario le atribuye una novia universitaria española y afirma que salía con jóvenes rusas y tuvo, además, una relación con una modelo aspirante a Miss España.