Solo falta el sello, la aprobación simbólica de un acuerdo negociado por Pablo Iglesias e Íñigo Errejón tras Vistalegre 2. Este sábado el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) vota a favor de ese pacto, que resta poder al hasta ahora número dos. Irene Montero, jefa de gabinete de Iglesias le releva como portavoz en el Congreso y se queda con el cargo de máxima visibilidad.

En lo orgánico, el hasta ahora secretario político pierde también esa cartera, clave en el ámbito orgánico. Se quedará como secretario de Análisis Estratégico, un puesto de menor peso que la secretaría política que lideraba hasta la segunda asamblea ciudadana. En el Parlamento, Errejón será el portavoz de la Comisión Constitucional, ahora en manos de Iglesias.

Junto a él, siguen en la ejecutiva de Podemos otros dos miembros de su equipo: Pablo Bustinduy, que continúa como responsable de Internacional, y Auxiliadora Honorato, en Administraciones Públicas, una cuota por debajo del 40% que reclamaba Errejón al inicio de semana, para mantener la proporcionalidad de los resultados de Vistalegre 2.

El la nueva estructura de Podemos Iglesia coloca a su núcleo duro. Montero como portavoz parlamentaria. Pablo Echenique sigue como secretario de Organización; Rafael Mayoral, también continúa como secretario de relaciones con la Sociedad Civil; Juanma del Olmo entra en la ejecutiva como responsable de Nuevas Tecnologías y Redes (hasta ahora en manos del errejonismo); en la secretaría de Internacional sitúa a la líder de Podemos en Canarias, Mari Pita; y en Economía rescata a Nacho Álvarez, que dimitió con Carolina Bescansa.

El cese de Errejón se daba por hecho en el seno del partido morado después de que Podemos confirmara que el dirigente, que salió derrotado del pulso con Iglesias en Vistalegre 2, no intervendría en la sesión de control al Gobierno la próxima semana.