Gaspar Llamazares insistió ayer en interrogar a José María Aznar en la comisión de investigación parlamentaria del 11-M. Para ello, animó al PSOE a superar "su temor reverencial" al expresidente del Gobierno y pidió al PP que abandone su silencio negativo.

El secretario general del grupo socialista, Diego López Garrido, contestó que si los demás grupos apoyan la propuesta, el PSOE también lo hará, pero después de contrastar las conclusiones de unos y otros y de ver si se necesitan o no más comparecencias.

El líder de IU, que ayer dio a los periodistas sus conclusiones sobre el 11-M y sus recomendaciones policiales, jurídicas y políticas en la línea de ampliar el pacto antiterrorista o de establecer un acuerdo contra el terrorismo internacional, dijo que la investigación "quedaría coja" sin "la última palabra" de Aznar.

En su opinión, es necesario que el expresidente aclare "por qué en vez de convocar el pacto antiterrorista y el gabinete de crisis optó por la acción partidista y se fue alejando de la información policial para acercarse peligrosamente a la mentira de Estado".

VINCULOS CON LAMARI Mientras, el juez Juan del Olmo dejó ayer en libertad al imán argelino Abdelkrim Beghdali y prorrogó la detención del sirio Safwan Sabagh. Ambos fueron arrestados el pasado viernes en Valencia en relación con el 11-M. Los dos admitieron una relación casual con el presunto terrorista Allekema Lamari, que podría ser el séptimo activista suicidado en Leganés y que aún no ha sido identificado.

El imán Beghdali quedó en libertad tras confesar que había enviado un ejemplar del Corán a Lamari cuando éste se hallaba en prisión (entre 1997 y 2002) y que por eso sus huellas aparecían en los restos del libro encontrado tras la explosión de Leganés.

Por su parte, Sabagh admitió que había dado sus números de teléfono a Lamari. Estos estaban en un papel hallado en el coche que usaron los terroristas.