La joven de 19 años que perdió un ojo tras participar en las protestas por Pablo Hasél del martes en Barcelona ha sido dada de alta este viernes, según han confirmado fuentes hospitalarias a la agencia ACN. La joven fue operada este jueves en el Hospital Clínic y las mismas fuentes señalan que la intervención fue bien a pesar de que se ha confirmado la pérdida del ojo.

De entrada, la primera valoración médica pareció indicar el miércoles que la herida no presentaría tal gravedad. Sin embargo, un examen médico más exhaustivo concluyó que el daño ocasionado era mayor y que el globo ocular había sido dañado irreparablemente.

El Centre Irídia, que denunció inicialmente los hechos, atribuye la lesión a un impacto de una bala de foam supuestamente disparada por los Mossos durante las protestas. La Conselleria de Interior ha abierto una investigación para aclarar de dónde salió el proyectil que impactó contra la joven.

A raíz de estos hechos, el consejero catalán de Interior, Miquel Sàmper, ha instado al 'Parlament' a hacer una revisión "urgente" del modelo de orden público en Cataluña. Sàmper ha admitido que "no puede volver a pasar" que una persona pierda un ojo en una manifestación. Su partido, JxCat, también cargó contra los Mossos al afirmar que "los errores" de los Mossos "no pueden quedar impunes".

Críticas que han causado malestar en el cuerpo policial, que se siente poco defendido por el Gobierno catalán. El sindicato APME ha cargado contra el "insultante silencio" de los políticos y ha advertido de que "o el Govern reconduce la situación o volveremos los Mossos ingobernables".