El juez del 'caso Nóos', José Castro, que ha imputado a la infanta Cristina por blanqueo y delito fiscal y atribuye a su marido, Iñaki Urdangarin, 25 delitos en total, se defiende en el auto en el que cierra la instrucción de las críticas vertidas "desde altas instancias institucionales, políticas, mediáticas e incluso judiciales". El magistrado arremete contra quienes han calificado de "excesivamente larga" la instrucción y deja claro que "se ha ultimado cuando procesalmente ha sido posible hacerlo".

Castro asegura que no tiene "conciencia de haber acordado", ni de oficio ni a instancia de ninguna parte del proceso, "diligencia alguna de investigación a sabiendas de que, cualquiera que fuere su resultado, este devendría inútil para la causa". Según el juez, decir "que una instrucción ha durado demasiado sería tanto como afirmar que con el mismo resultado [...] el trabajo se podría haber hecho en menos tiempo". Se pregunta "cuál sería el récord que habría que batir para hacerse merecedor al mérito o por debajo del cual acreedor al fracaso".

Un "martirio" para la Corona

Entre las instituciones a las que rebate el juez figura la propia Casa del Rey, que se refirió el pasado enero a la duración de la instrucción por boca de su ahora exjefe, Rafael Spottorno --relevado por Jaime Alfonsín con la proclamación de Felipe VI--. Spottorno expresó, en una entrevista en TVE, su deseo de que la investigación terminara "pronto" porque su prolongación estaba resultando "un poco un martirio" para la Corona.

También la defensa de Iñaki Urdangarin cargó contra el procedimiento seguido por Castro al tacharla de "prospectiva e indiscriminada en un intento de 'a ver qué sale'". El duque de Palma se expresó así en su recurso contra la solicitud del juez de las últimas diez declaraciones de Hacienda del matrimonio Urdangarin-Borbón.

La posición del fiscal

En cuanto a las altas instancias judiciales a las que se refiere el juez en su auto, el fiscal Pedro Horrach, que ha afirmado este miércoles que la infanta ha recibido un trato "injusto" solo "por ser quien es", llegó a acusar a Castro de "desdibujar tanto los hechos delictivos como las personas responsables de los mismos" con su investigación sobre Cristina.

Horarios intempestivos

El magistrado niega rotundamente que la instrucción, que ha durado casi cuatro años, haya permanecido "aletargada", sino que, "muy al contrario, se han utilizado días y horas que, en otro caso, serían inhábiles para la práctica de actuaciones judiciales concentrándose en ellas el mayor número posible de diligencias". Castro alude así, por ejemplo, a los sábados en los que ha tomado declaración tanto al duque de Palma (en dos ocasiones) como a la infanta.

Más de 60.000 folios y de 300 declaraciones

Castro recuerda que la investigación de esta pieza separada del 'caso Palma Arena', iniciada el 20 de julio del 2010, ha generado un sumario de 63.304 folios, 319 declaraciones entre imputados y testigos y 340 resoluciones "que perfectamente podrían haberse multiplicado por varios enteros si no se hubiera concentrado en ellas gran número de pronunciamientos".