El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo inició ayer por la tarde los interrogatorios a los cuatro marroquís y al español que fueron detenidos el pasado jueves por su presunta vinculación con los atentados del 11-M.

Al cierre de esta edición, tan sólo habían declarado ante el juez tres de los cinco detenidos. Los dos primeros marroquís en declarar negaron con vehemencia cualquier participación en los hechos de Madrid.

El primero en declarar, a las seis de la tarde y por espacio de dos horas, fue el asturiano José Emilio Suárez Trashorras, el minero de 28 años que está acusado de proporcionar a los terroristas los aproximadamente 150 kilos de goma-2 eco y los detonadores que fueron utilizados en el atentado.

LOS PADRES DEL MINERO A primera hora de la tarde se personaron ante las puertas de la Audiencia Nacional los padres de este último, que se habían trasladado expresamente desde Asturias con el fin de poder ver a su hijo, aunque finalmente no lo pudieron hacer porque se encontraba incomunicado.

Mucho menos tiempo duró el interrogatorio a Farid Aulad Alí, poco más de 45 minutos, durante los cuales se dedicó a negar cualquier relación con el atentado. Al cierre de esta edición había finalizado su declaración, Abdeluahid Berrak, quien dijo trabajar en una peluquería situada cercana del locutorio de Jamal Zugam, al que conocía del barrio madrileño de Lavapiés. También aseguró que había llegado a conocer a Imad Eddin Barakat, alias Abú Dahdah , supuesto jefe de la célula española de Al Qaeda, aunque insistió en negar cualquier vinculación con los terroristas.

Al cierre de esta edición, todavía quedaban por someterse a los interrogatorios del juez y el fiscal, los otros dos detenidos el pasado jueves, Abderrahim Zbakh y Mohamed Alhadi Chedadi.