Madrid. -- El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu estudiará en una causa aparte las actuaciones abiertas a los cuatro cocineros vascos a los que supuestamente extorsionó el presunto etarra José Luis Beotegi, tras haber interrogado a dos como imputados y a otros dos como testigos, según han informado fuentes jurídicas.En relación con estas actuaciones, Andreu ha tomado declaración como testigos a los cocineros vascos Karlos Arguiñano y Martín Berasategui, después de que el pasado 18 de octubre comparecieran ante él como imputados de un delito de colaboración con banda armada los también restauradores Juan Mari Arzak y Pedro Subijana.Arguiñano y Berasategui, testigosArguiñano y Berasategui han acudido a la Audiencia Nacional minutos antes del mediodía acompañados por sus abogados, aunque estos no han podido asistirles en el interrogatorio, que se ha prolongado 45 minutos, al haber sido citados como testigos. Al término de la comparecencia ninguno de los dos ha querido hacer ningún tipo de comentario.El juez tiene previsto levantar mañana el secreto de las actuaciones para dividir en dos la causa abierta a raíz de que el presunto etarra José Luis Beotegi, detenido el pasado 7 de octubre en Miravalles (Vizcaya), afirmara haberse dirigido a ellos como intermediario en el cobro del llamado impuesto revolucionario de ETA.Arzak y Subijana, acusadosDe este modo, en uno de los procedimientos el juez investigará las imputaciones concretas que existen contra Beotegi, pertenencia a banda armada, haber actuado como intermediario en la recaudación del impuesto revolucionario y ocultar a activistas huidos, entre otras funciones. El segundo de ellos se centrará en la denuncia concreta de Beotegi referida a la extorsión a los cuatro cocineros e incluirá las declaraciones que todos ellos han prestado en el juzgado.Por el momento, el juez mantiene como imputados en la causa a Arzak y Subijana y como testigos a Arguiñano y Berasategi, porque Beotegi aseguró haber recibido de Arzak y Subijana seis millones de pesetas en concepto de impuesto revolucionario, mientras que de Arguiñano y Berasategi dijo que no sabía si llegaron a pagar a ETA.