El juez Baltasar Garzón ordenó ayer la libertad bajo fianza de 3.000 euros (500.000 pesetas) del ceutí Hamed Abderrahman, que fue entregado por EEUU el pasado febrero tras estar recluido dos años en la base militar de Guantánamo. El juez califica la detención del ceutí de "arbitraria" y contraria a la legalidad. Abderrahman, que deberá presentarse diariamente en la comisaría más próxima a su domicilio, proclamó su inocencia al salir de la cárcel y negó ser un terrorista.

El ceutí fue trasladado a Guantánamo después de ser detenido por soldados norteamericanos durante la guerra de Afganistán acusado de formar parte de las milicias talibanes. Garzón explica que la declaración del ceutí sirvió para conocer "algunos aspectos acerca de las condiciones absolutamente contrarias al ordenamiento jurídico" en las que se encuentran las personas detenidas en esa base militar.

VIOLACION DE DERECHOS Esa situación, según el magistrado, no ha quedado subsanada por la reciente sentencia del Tribunal Supremo de EEUU, que sólo ha resuelto "el derecho a recurrir de los detenidos ante la justicia ordinaria, pero no sobre la detención y la eliminación de derechos de los recluidos" en Guantánamo.

Asimismo, el juez asegura que los norteamericanos privaron al ceutí del derecho de defensa, ya que no se celebró ningún proceso penal. Tampoco se respetaron sus derechos a guardar silencio, declarar contra sí mismo y designar abogado. Y estuvo detenido más tiempo del razonable.