Un juez de Barcelona ha investigado en los últimos meses a David Madí, que fue mano derecha de Artur Mas en la extinta CDC y también ocupó el cargo de secretario de comunicación del Govern, por su presunta implicación en una trama de facturas falsas. El magistrado ha concluido ahora las pesquisas y ha acordado mantener a este empresario como imputado (ahora investigado), rechazando su petición de archivo.

Por tanto, el proceso continuará contra él y contra otras personas, entre ellas el también empresario Juan Manuel Parra, uno de los acusados en el juicio del saqueo del Palau de la Música y que reconoció que facturó a la entidad cultural servicios prestados al partido nacionalista, entre ellos parte de la campaña electoral de CiU al Congreso de los Diputados en el 2004.

El auto judicial por el que el juez Miguel Ángel Tabares Cabezón ha dado por finalizada la investigación, que se inició en el 2016 a raíz de una querella presentada por la Fiscalía de Barcelona, destaca que un productor audiovisual "aparentó de forma fraudulenta" la adquisición de bienes y servicios con el objetivo de aumentar de forma ficticia los gastos deducibles del impuesto de sociedades y las cuotas del IVA soportado en el 2011. Para ello, los demás querellados, entre ellos Madí, supuestamente le aportaron facturas y albaranes falsos que aparentaban tal prestación de servicios o entrega de productos. A través de esta operativa, señala el magistrado en el mismo escrito, el productor audiovisual defraudó presuntamente 439.500 euros.

Las irregularidades se detectaron tras la inspección que Hacienda realizó en su día al productor audiovisual, según fuentes de la investigación. El resultado fue que se había alcanzado la cota de defraudación por la que la infracción administrativa pasa a ser delito. De ahí la querella de la fiscalía contra la presunta trama de facturas falsas. El productor audiovisual ha ocupado "un lugar central" en los hechos que han sido objeto de instrucción y es a él a quien se le atribuye aparentar de forma fraudulenta la adquisición de bienes y servicios. El juez agrega en su auto que, precisamente, este inculpado ha reconocido en su declaración que todo era cierto y ya ha hecho pago de lo que él considera como cantidad adecuada para cubrir el fraude.

VERSIONES CONTRAPUESTAS

El magistrado rechaza archivar el caso para Madí por encontrarse "con dos versiones contrapuestas". Una es la del productor audiovisual que ha admitido los hechos y pretende reparar sus consecuencias económicas, lo que le dota de "aparente credibilidad". Y la otra es versión la del que fue mano derecha de Mas, que niega las imputaciones. El juez estima, por tanto, que es en el juicio donde debe dilucidarse cuál de los relatos merece más credibilidad y donde se resuelvan "los efectos exculpatorios de la duda". La fiscalía deberá presentar a partir de ahora su escrito de acusación. Las empresas de Madí implicadas son Nubul Consultig e IKI Cat XXI, según la resolución judicial, que facturaron 194.000 euros.

David Madí ha afirmado a EL PERIÓDICO que las facturas que emitieron sus empresas son por servicios reales y no son falsas. Ha explicado que se ha visto involucrado en este caso porque Hacienda metió en un mismo "paquete" varias empresas para que la cantidad defraudada por el productor llegara a ser delito. El empresario, además, ha incidido en que los servicios que soportan esa facturación han sido justificados en el juzgado y que él los declaró a Hacienda.