La Audiencia de Barcelona ha ordenado a un juzgado que investigue un caso de posibles torturas en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la Verneda de Barcelona. La víctima es un joven detenido durante la marcha antiglobalización celebrada en la ciudad en marzo del 2002 con motivo de la cumbre de la Unión Europea.

La Sección Décima de la Audiencia ordena al Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona, que llegó a iniciar un juicio de faltas contra los policías denunciados por el joven, que incoe diligencias previas "por los presuntos delitos de torturas, trato degradante y falta de lesiones". El tribunal reprocha a la juez que no investigara hechos tan "graves" cuando el joven aportó un parte médico y un informe médico-forense en el que se recogen las lesiones que sufrió tras ser detenido.

La Audiencia critica a la juez que pasara por alto "todas las referencias al trato inhumano y denigratorio recibido por el detenido" y por no argumentar el porqué no lo investigó y envió a los policías a un juicio de faltas que finalmente se suspendió.

GOLPES Y PATADAS Según la querella, los policías amenazaron, insultaron, golpearon con una fusta y patearon al joven hasta que tuvo "espasmos de dolor". La denuncia, contra los cinco agentes que le detuvieron, relata cómo le pisaron la cabeza y le advirtieron de que en la cárcel le iban a violar. Según los informes médicos, el joven sufrió más de una decena de erosiones y moratones.