El lendakari, Iñigo Urkullu, ha rechazado reunirse con los mediadores internacionales que visitarán Euskadi este miércoles, ya que estima que su presencia no aportaría nada y únicamente serviría para satisfacer la "estrategia" de la izquierda aberzale. De esta manera, se confirma la decepción del Ejecutivo autonómico por el inmovilismo de ETA y su resistencia a entregar las armas.

El mediador británico Jonathan Powell, quien fuera jefe del gabinete de Tony Blair, y el viceministro principal de Irlanda del Norte y dirigente del Sinn Féin, Martin McGuinness, tienen previsto llegar este miércoles a Euskadi para mantener contactos con diferentes partidos políticos. Su agenda, por el momento, incluye encuentros con el PNV, el PSE y representantes de la izquierda aberzale.

Cinco meses después de que ETA escenificara una limitada entrega de armas ante la denominada Comisión Internacional de Verificación (CIV), liderada por Ram Manikkalingam, Urkullu ha cambiado de opinión. Si entonces se prestó al encuentro con los expertos internacionales, ahora el lendakari considera que la falta de voluntad de ETA para acometer nuevos pasos aconseja marcar distancias con la delegación que llega esta semana.

Al servicio de los radicales

Además, la actitud del dirigente peneuvista coincide con la postura que desde un inicio han mantenido PSE, PP y UPD, fuerzas que siempre han denunciado que las sucesivas cumbres internacionales organizadas en teoría por organizaciones independientes están en realidad al servicio de la izquierda aberzale.