El esperado informe jurídico de los letrados del Parlament ha puesto en nuevo brete a la trinchera independentista. El texto apunta directamente en la línea de flotación de los secesionistas en su esperanza de mantener la mayoría absoluta sin que aquellos que se hallan en la cárcel y los que están en Bélgica tengan que entregar sus actas. Pero sobre todo, veta la posibilidad de que Carles Puigdemont sea investido a distancia, desde Bélgica.

En cuanto a la delegación de voto, que el juez del Supremo Pablo Llarena recomendó como solución para Oriol Junqueras, Jordi Sánchez y Joaquim Forn, los letrados del Parlament se muestran inflexibles. Recuerdan que hay separación de poderes y que la interlocutoria de Llarena no puede ser entendida como un mandato. Y las causas que pueden motivar la delegación de voto son las que son y se vinculan a cuestiones de maternidad, paternidad y en general, a la salud.

Con todo abren la puerta a que sea la Mesa del Parlament de esta legislatura previa a la primera votación que se realice, es decir, la llamada Mesa de edad que forman el diputado más veterano (Ernest Maragall) y los dos más jóvenes (Rut Ribas y Gerard Gómez del Moral), los que decidan. Curiosamente, los tres son electos por la lista de ERC.