El presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, denunció ayer que unos desconocidos habían pintado su coche con simbología nazi y que también habían pinchado las ruedas del vehículo, estacionado en su aparcamiento particular en Tarragona.

«Me duele por mi familia y porque es nuestro hogar, pero seguiré defendiendo la libertad y mis ideas con más determinación que nunca», espetó el popular en las redes sociales, en un mensaje acompañado de imágenes de los desperfectos. Fernández denunció los hechos a los Mossos d’Esquadra y agradeció públicamente su labor.

Los líderes naranjas, Albert Rivera e Inés Arrimadas, mostraron su solidaridad con el dirigente del PPC: «Todo mi apoyo ante este ataque de los radicales separatistas. El nacionalismo totalitario sigue campando a sus anchas en Cataluña mientras [Pedro] Sánchez dice que ‘son casos aislados’», escribió el dirigente de Ciudadanos.

El dirigente del PP, Pablo Casado, también aprovechó lo sucedido para cargar contra el presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez: «No puede ser que el Gobierno permita comportamientos totalitarios. Condenamos los hechos y pedimos la ilegalización de los que escrachean, atacan jueces o apalean policías. Hay que recuperar la dignidad, la convivencia y la legalidad», sentenció.

También condenaron «toda violencia, agresión o intimidación» el líder del PSC, Miquel Iceta, y el diputado de Units per Avançar, Ramón Espadaler. También el diputado de ERC Gabriel Rufián condenó ayer en Pamplona los hechos, aunque advirtió de que lo condena «igual que las esvásticas en nuestras casas, en nuestras sedes, igual que las amenazas de guardias civiles, con nombres y apellidos a nuestros políticos, concretamente a mí», puntualizó. Rufián y su compañero Joan Tardá participaron ayer en una concentración en apoyo a los siete jóvenes de Alsasua encarcelados por agredir a dos guardias civiles y sus parejas.