El PNV está haciendo gala de su habitual cautela y no se define sobre la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Pese a los intentos del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ya ha contactado con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, está lejos aún de poder contar con los imprescindibles votos de los peneuvistas. De hecho, el propio Ortuzar ya ha calificado de "precipitada" la presentación de la moción, a la que le falta, opina, "mucha cocina previa".

A estas alturas ya ha quedado claro que los nacionalistas vascos valoran respaldar una cuestión de censura al mismo presidente al que acaban de apoyar. La corrupción del PP, ya probada en sede judicial, sigue sin ser un impedimento, por mucho que los dirigentes peneuvistas manifiesten su repulsa. Tampoco el acuerdo que mantiene el PNV con los socialistas en Vitoria tendría influencia en su decisión final. Las claves son otras: el mantenimiento de las contrapartidas que han conseguido arrancar al PP a cambio de la aprobación de los Presupuestos, y que se descarte la convocatoria de elecciones, un escenario que no desean ante un previsible despegue de Ciudadanos, el gran enemigo del concierto vasco.

Políticas más flexible y dialogantes

Pese a que el PNV acabó aprobando los presupuestos populares con el artículo 155 de la Constitución en pie, en esta nueva fase considera importantes los planes del PSOE para Catalunya. Y es que confía en que una de las ventajas de un cambio en la Moncloa sería la llegada de nuevas políticas, más flexibles y dialogantes, que permitan encauzar el conflicto.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha confirmado que su partido sigue sin decidir su voto para la sesión plenaria del viernes, y que, de hecho, considera totalmente preliminares los contactos realizados hasta la fecha. En esta situación, el objetivo peneuvista es conocer en más detalles los planes de Sánchez tras la moción de censura, en concreto "qué quiere hacer" y "con qué mayorías", según ha apuntado el propio Esteban.

Diferencias en el Gobierno de Euskadi

La moción de censura ha provocado diferencias en el seno del Gobierno vasco, formado por el PNV y el PSE. Para evitar fricciones, los consejeros de ambos partidos han eludido el tema, y han declarado no han fijado una posición firme ni oficial sobre esta cuestión.

En todo caso, ha quedado patente que el lendakari, Iñigo Urkullu, no desea elecciones generales, ya que ha reiterado sus pronunciamientos a favor de la estabilidad política tras las del 2015 y el 2016 y la moción de censura contra Rajoy del pasado año.

Encontronazos entre Madrid y Vitoria

Mientras el PNV deshoja la margarita, los acuerdos entre Madrid y Vitoria siguen marcados de encontronazos. Así, se han iniciado los trámites para traspasar a Euskadi la gestión de dos líneas ferroviarias que el Tribunal Constitucional dictaminó que son competencia vasca: Bilbao-Basauri y Alonsotegi-Barakaldo. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico reclama otras nueve líneas, y esta misma semana ha reclamado a Rajoy "un calendario de trabajo para completar el Estatuto".