Gaspar Llamazares anunció ayer que volverá a presentarse a la reelección como coordinador general de IU en la asamblea extraordinaria que tendrá lugar del 27 al 29 de noviembre. El líder de Izquierda Unida, que según fuentes internas ya cuenta con una fuerte oposición cercana al 40%, dijo no tener "conciencia" de haberse "equivocado sustancialmente" en su gestión. Es más, se consideró "corresponsable" tanto de los éxitos como de los fracasos.

Si en junio pasado asumió "el fracaso" por los "malos" resultados en las elecciones generales y europeas, ayer dijo que sólo se consideraba responsable de "algunas deficiencias" y también de "lo bueno" que ha conseguido IU desde el año 2000 en que sucedió a Julio Anguita tras ganar una reñida asamblea a su contrincante Francisco Frutos.

La caída de IU de ocho a tres diputados en las elecciones generales de marzo y la reducción de su electorado a medio millón de votos en los comicios europeos del 13 de junio llevaron a Llamazares y a su equipo, del que se desgajó el secretario general del PCE, Frutos, a convocar una asamblea extraordinaria.

Aunque ayer se declaró "abierto a cambios, incluidos los que me puedan afectar", y anunció su apoyo "a aquel compañero o compañera que obtenga mayor respaldo", se mostró dispuesto a seguir al frente de IU, ya que ningún líder regional de su órbita se ha postulado para dirigir la organización hasta la asamblea ordinaria que se celebrará antes de las próximas generales.

OPOSICION INTERNA También se comprometió a tener en cuenta las aportaciones de Frutos, cabeza de la oposición interna, y las sugerencias de otros dirigentes, entre los que citó a Julio Anguita, quien le ha entregado un documento para el rearme ideológico y republicano de IU. Finalmente pidió que la asamblea sirva para mejorar y no "para lamentarse o zaherirse con tendencias de carácter masoquista".