El presidente del Gobierno dirigió ayer una batería de dardos envenenados contra su antecesor en la Moncloa, José María Aznar. Tras afirmar que Aznar estaba dispuesto a aceptar un sistema de voto similar al que finalmente se aprobó en la cumbre de Bruselas, Zapatero espetó a Rajoy: "¿Por qué no se le ofreció esta solución al anterior Gobierno y sí a éste?". El mismo respondió: "Porque este Gobierno realiza la tarea del diálogo, con un talante abierto, con una actitud que dista de ir a los sitios a querer sacar a España del rincón de la historia".

El jefe del Ejecutivo remató su diatriba con la siguiente reflexión: "La historia de nuestro país demuestra que los que presumen de ser los que más ambición tienen por defender los intereses de España le han prestado muy pocos servicios".

Rajoy acusó a Zapatero de ser "como aquel general que era más famoso por sus memorias que por sus hazañas", y sentenció que su papel es "irrelevante" en la UE. "El nuevo reparto de poder deja tres claros perdedores: Polonia, España y usted", dijo a Zapatero. "Si usted tiene un sueldo de 1.000 y se lo rebajan a 700, le dolerá, sin duda. Y no se consolará porque se lo suban a 750. Comparará los 750 con los 1.000 de antes", dijo para ilustrar la supuesta pérdida de poder de España.