El Gobierno ha puesto en marcha una nueva estrategia respecto al contencioso de Gibraltar, que pasa por desactivar la discusión sobre soberanía y poner el énfasis en la cooperación local con el fin de crear un clima de confianza que permita acometer aquel debate en el futuro. Esta decisión implica dejar en suspenso el proceso negociador iniciado hace 20 años en Bruselas entre España y Reino Unido y abrir una vía nueva de diálogo, según señalaron fuentes españolas.

El cambio de política se escenificará mañana en Madrid por los ministros de Asuntos Exteriores de España y Reino Unido, Miguel Angel Moratinos y Jack Straw. Se prevé que ambos refrendarán la creación de un comité conjunto de Gibraltar y la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, que se ocupará de coordinar acciones de interés común en la zona. En ese contexto, España reclamará la actualización de las pensiones de los antiguos trabajadores españoles en el Peñón.

EL REFERENDO Las fuentes oficiales recalcaron que España no va a abandonar la reivindicación de soberanía sobre la excolonia, en poder del Reino Unido desde hace 300 años. La novedad, explicó, es que, mientras el proceso de Bruselas contempla el avance simultáneo de las negociaciones sobre soberanía y los programas de cooperación, lo que se buscará ahora es primar la colaboración y no subordinarla a avances en el terreno de la soberanía.

El Gobierno español reconoce que en este giro radical de su política ha influido el referendo que se celebró el 7 de noviembre del 2002 en Gibraltar, en el que el 98,97% de los votantes se pronunciaron en contra de la soberanía compartida que estaban negociando a la sazón el Gobierno de José María Aznar y el de Tony Blair.

PUNTO MUERTO Las fuentes oficiales sostuvieron ayer que esas negociaciones estaban en punto muerto y que la intención del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero es encontrar vías distintas de avance.

Dentro de ese espíritu de relanzamiento de las relaciones bilaterales entre ambos países, Madrid y Londres intentarán encontrar una fórmula de entendimiento que permita la incorporación de Reino Unido al Acuerdo de Schengen para formar parte del espacio de justicia e interior de la Unión Europea.

La de Straw es su primera visita oficial a España tras la llegada del PSOE a la Moncloa. El jefe de la diplomacia británica llega mañana a Madrid tras participar en Londres, anteanoche, en una cena de gala ofrecida por el Ejecutivo gibraltareño para cerrar los actos conmemorativos del 300 aniversario de la ocupación británica del Peñón. Straw y Moratinos prevén cerrar formalmente la minicrisis que dichas celebraciones provocaron en las relaciones bilaterales.