La presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en el escenario principal del 36º congreso federal provocó ayer malestar entre algunos de los miembros de la dirección del PSOE, según fuentes socialistas. El diputado cántabro pertenece a la comisión ejecutiva federal del PSOE en tanto que es el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, pero no es miembro nato de la cúpula, es decir, de los que son propuestos directamente por el secretario general y refrendados después con el voto de los delegados al congreso.

Rubalcaba no sólo se sentó entre los ejecutivos en el escenario, sino que se situó en un puesto central que era enfocado sistemáticamente por las cámaras que retransmitían el discurso de Zapatero, al estar justo detrás del atril dispuesto para las intervenciones. Fuentes próximas a Jesús Caldera, miembro de la ejecutiva, recordaron que la imagen de ayer de Rubalcaba no se había producido nunca antes en anteriores congresos. Y que el hoy ministro de Trabajo no se sentaba en los puestos reservados a la cúpula cuando se celebraban comités federales y él era portavoz parlamentario del PSOE. El otro miembro no nato de la ejecutiva, el secretario general de las Juventudes Socialistas, Eric Campos, no estaba ayer en el escenario.