El comisario Manel Castellví ha matizado su declaración de la semana pasada, en la que aseguró que alertaron al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que el 1-0 uno de los escenarios que preveían era de una "escalada de violencia" y que los mandos del cuerpo policial solicitaron la desconvocatoria del referéndum. En la jornada de este lunes del juicio del 'procés', que se celebra en el Tribunal Supremo contra dirigentes independentistas, ha aclarado que en otras subcomisiones de coordinación policial se fijo que durante la consulta se esperan resistencia pasiva y "no actos de violencia", a la vez que ha agregado que los grupos soberanistas radicales no se llegaron a constituir y no actuaron, con lo que sus previsiones, a su entender, "fallaron".

El testigo precisó que en la reunión que mantuvo la jefatura de la policía de la Generalitat el 28 de septiembre del 2017, tres días antes del 1-O, con Puigdemont, Oriol Junqueras y el que fuera 'conseller' d'Interior, Joaquin Forn,. los mandos policiales sostuvieron que cumplirían con el auto de la juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de impedir el referéndum unilateral. Ha recalcado que ninguno de los miembros del Gobierno catalán les expresó oposición alguna a sus pretensiones.

Castellví también ha asegurado que los actos lúdicos que se celebraron en los centros de votación durante la consulta soberanista no estaban organizados, ni financiados, por la Generalitat y que estos actos eran "autónomos". En esta situación, a su entender, no se podía cerrar estos denominados colegios electorales.